La Diputación acusa de falta de colaboración a Francia para evitar atascos como el de ayer Imprimir
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Miércoles, 23 de Mayo de 2018 09:49

Noticia publicada en Diario Vasco,el miércoles día 23 de Abril de 2018.

La Diputación acusa de falta de colaboración a Francia para evitar atascos como el de ayer

La hilera de camiones llegó desde la frontera hasta Astigarraga, una distancia de veintiún kilómetros. / ARIZMENDI
La hilera de camiones llegó desde la frontera hasta Astigarraga, una distancia de veintiún kilómetros. / ARIZMENDI

SE FORMARON COLAS DE CAMIONES EN LA AP-8 QUE ALCANZARON LOS 21 KILÓMETROS, UNO DE LOS ATASCOS MÁS IMPORTANTES QUE SE RECUERDAN

J. PEÑALBA SAN SEBASTIÁN.Miércoles, 23 mayo 2018, 08:50
No hubo sorpresas y, por desgracia, los pronósticos se cumplieron. El acceso a la frontera de Irun soportó un martes más retenciones que exasperaron los ánimos de los transportistas. Las colas alcanzaron en esta ocasión una longitud de veintiún kilómetros, desde la misma línea fronteriza hasta Astigarraga, una de las mayores que se recuerdan. El portavoz de la Diputación, Imanol Lasa, lamentó que Francia no esté dispuesta a rebajar los controles. El alcalde de Irun, José Antonio Santano, por su parte, anunció que va a solicitar una reunión con Bidegi.
Lo sabían los conductores, las empresas de transporte, las policías, las autoridades... todos. Y sin embargo, no hubo forma de evitar que la ruta se convirtiese en una ratonera para los camioneros. La celebración el lunes de la festividad de Pentecostés en Francia, que llevó a mantener cerrada la frontera para el transporte pesado hasta la medianoche, hizo que se concentrara un enorme contingente de camiones en las proximidades de Irun, dispuesto a emprender la marcha en cuanto se levantaran las barreras. Era tal el volumen de vehículos que el mismo lunes la Ertzaintza se vio en la necesidad de contener a una parte de ellos en las inmediaciones de Etzegarate.



Tras la apertura, los camiones se echaron a la carretera y en las primeras horas se alcanzaron ya retenciones de hasta trece kilómetros. La situación no solo no mejoró con los primeros rayos de la mañana. Al contrario, empeoró. Poco a poco la cola fue a más. Las dimensiones de las retenciones fluctuaron entre los 11 y 21 kilómetros que se alcanzaron sobre las once de la mañana. Fue una de las más largas que se recuerdan, solo superada por la que llegó hasta los 25 kilómetros. Era el 9 de mayo del pasado año. Por la tarde, la situación fue parecida, aunque con el paso de las horas la longitud de la caravana fue remitiendo, aunque lo hizo muy lentamente.

Falta de colaboración

El colapso que vivieron los transportistas llevó al portavoz de la Diputación guipuzcoana, Imanol Lasa, a denunciar que las autoridades francesas «no están colaborando en este caso» en la adopción de medidas para evitar estas largas retenciones. «Parece que nos estamos acostumbrando a que haya colas y atascos de coches y de camiones en la frontera», apuntó el portavoz, quien recordó que, en el plano institucional y político, la Diputación está manteniendo reuniones con «los responsables bien de la frontera, bien de la propia policía de Francia para que podamos tomar decisiones que eviten de una vez por todas que se produzcan estas larguísimas colas que ya no suceden solo en época estival, sino que empiezan a ser cada vez más frecuentes».
Imanol Lasa resaltó que, pese a las medidas adoptadas por la institución foral para afrontar este problema de tráfico, «nos encontramos con controles policiales muy importantes en Francia, que no están dispuestos a rebajarlos, y cuando esto se une, bien a obras o a determinadas festividades, se dan retenciones importantes que las sufrimos la parte guipuzcoana».
El alcalde de Irun pide una reunión con Bidegi para analizar la problemática
El portavoz afirmó que «puedo entender que las medidas de seguridad y los controles sean necesarios cuando un país se ve amenazado por atentados terroristas, pero tiene que haber algún otro tipo de medida de apertura de otras cabinas, el gestionar la seguridad de otra manera».
José Antonio Santano, alcalde de Irun también se sumó a la demanda de medidas que eviten este caos circulatorio y anunció que ayer mismo iba a solicitar a Bidegi una reunión. «No vale solo con advertir que se pueden formar colas en la frontera con motivo de una festividad en Francia, como Bidegi comunicó. Lo necesario es sentarse entre todos para detectar qué soluciones se pueden poner en práctica para hacer frente a este problema, o al menos para minimizar las consecuencias de una situación que Irun sufre en primera personas con muchos problemas de tráfico», afirmó Santano.
Desde el Ayuntamiento irundarra señalan que existe desde hace años la opción de abrir los peajes de Irun y Biriatou cuando se generan importantes retenciones en la frontera para paliar la situación. «Es necesario retomar estas y otras medidas de forma urgente para evitar en todo lo posible los efectos que producen estas colas que tanto afectan a la ciudad y el territorio», añadió.