La Junta Local de Gobierno aprueba el proyecto del ascensor de Artia

La Junta Local de Gobierno ha aprobado esta semana el proyecto técnico de las obras de instalación de un ascensor en Artia. El elevador conectará las calles Darío de Regoyos y Pío Baroja.

«Presentamos hace unos meses el encargo del proyecto», recordó el alcalde, José Antonio Santano. La actuación «es fruto de los presupuestos participativos de 2018»: fue una de las propuestas más votadas en dicho proceso. Además, la Asociación de Vecinos de Artia había reivindicado la instalación de un ascensor que contribuyera a facilitar la movilidad en un barrio de orografía complicada.

La ubicación concreta del ascensor se ha establecido «de mutuo acuerdo con la asociación de vecinos. Después de darle algunas vueltas, hemos concluido que era el mejor emplazamiento». Concretamente, estará situado entre los números 10 y 12 de Darío de Regoyos. Esta ubicación «tiene un menor impacto sobre los edificios, no eliminamos ninguna plaza de aparcamiento y, desde el punto de vista de la accesibilidad, permite mayor comodidad para los vecinos de la parte alta» del barrio.

El elevador será «completamente transparente. Llevará incorporada una cámara de vigilancia. Buscamos las mejores condiciones de seguridad», subrayó José Antonio Santano. En la parte alta, y a través de una pasarela, el ascensor enlazará con la calle Pío Baroja, cuya acera se ensanchará para que el acceso al elevador sea más cómodo. Asimismo, otro criterio que se ha tenido en cuenta ha sido «que desde el punto de vista estético tenga el menor impacto posible».

El proyecto tiene un coste de medio millón de euros. «Es una obra importante para el barrio. Esperamos tener, en unos meses, la adjudicación hecha y la obra comenzada», avanzó el alcalde.

Por otra parte, la Junta Local concedió esta semana licencia a Irunvi para que proceda al derribo del edificio Agerre-Txiki, situado en el número 26 de la calle Jaizkibel. Esta actuación «se inscribe en los pasos que estamos dando en la operación de San Miguel-Anaka», señaló el alcalde. «En este momento, estamos a punto de sacar a concurso las obras para proceder a la descontaminación de las tierras» de este ámbito.

«Se han ido haciendo catas» en la zona de San Miguel, «analizando el terreno y enviándole muestras al Gobierno Vasco para que resuelva el expediente medioambiental». Es precisa una autorización del ejecutivo autonómico «para poder actuar». José Antonio Santano manifestó que «creemos que la concesión de esa autorización es inminente. Tenemos preparados el pliego y la partida presupuestaria para sacar a concurso las obras que supondrán el primer paso real del avance de San Miguel-Anaka», aseguró el alcalde.

Ese primer paso consistirá en retirar «un volumen importante de tierras» del entorno, que, según los estudios realizados, «tienen un cierto nivel de contaminación». Esos terrenos se trasladarán «a un vertedero con las características necesarias para acogerlos», explicó Santano.