Nuevas medidas ante posibles crecidas

El Ayuntamiento de Irun adquirió en 2011 un sistema de barreras anti riadas con el que tratar de evitar que los desbordamientos eventuales del Bidasoa afectaran a las zonas más expuestas del barrio de Behobia. Desde aquella fecha, Policía Local y Protección Civil siguen un estricto protocolo de seguridad cada vez que los servicios meteorológicos encienden alertas con riesgo de inundación.

Con el objetivo de seguir mejorando y minimizando el peligro de afección para vecinos, comerciantes y visitantes, Policía Local ha renovado ese protocolo de actuación. Ha partido de aquellas medidas que ya se venían tomando y estaban funcionando y ha avanzado en los aspectos que, tanto por la experiencia de los agentes y de los voluntarios de Protección Civil como por indicaciones de los ciudadanos, se habían percibido como susceptibles de mejora.

Una de las novedades más llamativas del nuevo protocolo es que a partir de ahora, en cada alerta naranja o roja, se enviará un SMS informando de la situación a todas las personas que pudieran verse afectadas y a las que la Policía Local tiene ya identificadas. Quiénes se encuentran en ese listado y por qué es algo que responsables del cuerpo policial municipal y de Protección Civil explicaron a los vecinos del barrio en una reunión que mantuvieron hace diez días en Behobia. «Queremos trabajar en equipo y eso pasa por actuar conjuntamente y de forma coordinada todas las partes implicadas ante un posible desbordamiento del río. Policía Local y Protección Civil están para ayudar y atender las necesidades que puedan existir, así como para garantizar la seguridad en todo lo posible. Buscamos dar información precisa en los momentos delicados para, entre todos, protegernos mejor de la crecida del río», explica Cristina Laborda, delegada de Policía Local.

Reforzar la comunicación con el vecindario y los comerciantes es el principal objetivo del nuevo protocolo. Además de los SMS, Policía Local plantea otras medidas nuevas en esa línea. Cuando el río registre niveles altos de crecida y la amenaza de desbordamiento sea real, habrá una nueva señalización de aviso en el barrio. Hasta la fecha se colocaban paneles blancos informando del riesgo potencial de desbordamiento. A partir de ahora, se pondrán en los portales que puedan verse afectados carteles de color naranja o rojo, en función de la alerta que se haya decretado. Los carteles informarán de la situación de riesgo, pero indicarán además las precauciones que conviene tomar: retirar los vehículos de los garajes o no aparcar en los puntos delicados -especialmente en la calle María Juncal Labandibar-, entre otras. También se colocarán carteles naranjas o rojos en puntos estratégicos de las entradas al barrio.

En los casos de alerta roja, al procedimiento de aviso se sumará la retirada por parte del consistorio de los vehículos aparcados en las zonas con mayor riesgo de inundabilidad para trasladarlos a zonas más seguras, sin que ello conlleve, por supuesto, sanción alguna. Se prevé también presencia constante de agentes municipales, la suspensión del sistema OTA en el barrio, la habilitación de plazas de aparcamiento alternativo en otros puntos y la posibilidad de cortar el tráfico de acceso. Todas ellas se plantean como medidas paralelas a las que se venían desplegando y que continuarán realizándose, como la colocación de las compuertas.

«La crecida de un río hay que seguirla minuto a minuto. Anticiparse por completo a su evolución es complicado, pero, al desplegar medidas, cuanta mayor sea la coordinación entre Policía Local, Protección Civil y el barrio, mejores serán las condiciones para hacer frente a un desbordamiento», concluye Laborda.