IRUN- El Pleno extraordinario en el que se debatirá la modificación de créditos que los grupos municipales de Irun negocian desde hace unas semanas tendrá lugar este mismo viernes, 4 de octubre. Una de las partidas incluidas en la propuesta inicial de modificación del Gobierno contempla una inversión de 50.000 euros para 2019 y unos compromisos presupuestarios hasta 2022 que suman unos siete millones de euros que se emplearían en ejecutar la primera fase del nuevo edificio de oficinas municipales de la plaza San Juan.
Aunque la aprobación de la partida no está garantizada, ya que el grupo municipal de EAJ-PNV ha registrado una enmienda de eliminación para el proyecto puesto que desde la formación se considera que el proyecto no es prioritario;el edil de Hacienda, Miguel Ángel Páez, recordó ayer que se trata de un proyecto “ya refrendado por la ciudadanía” en un proceso de participación resuelto en 2006 y afirmó que espera que el proyecto salga adelante este viernes.
Páez también justificó la necesidad del nuevo edificio al explicar que dará cobijo a “diversos servicios repartidos por la ciudad, unificándolos en un mismo punto”. Asimismo, según el edil de Hacienda el Ayuntamiento gasta unos 150.000 euros anuales en arrendamientos de locales que actualmente albergan dependencias municipales. Algunos de ellos, como el de Kostorbe, donde se encuentran las oficinas de las áreas de Urbanismo, Desarrollo Sostenible, Movilidad, y Obras y Vía Pública, ni siquiera cuentan con las condiciones adecuadas de accesibilidad.
Para dar respuesta a todo ello, el Gobierno ha retomado el proyecto planteado en el solar vacío de la plaza San Juan, abandonado a principios de década debido al elevado coste de la operación al coincidir con la coyuntura de la crisis económica. Tras actualizar aquel proyecto, de casi 11 millones de euros inicialmente, la actuación se plantea por fases.
Así, en la primera fase que actualmente se debate incluir a los presupuestos se proyecta la ejecución de un edificio con planta baja y tres pisos, que se añadirían a los tres pisos subterráneos, aún sin habilitar, ya existentes en el ámbito, para un total de siete plantas. Este primer paso incluiría la ejecución de todo el edificio con su exterior y la habilitación de la planta baja donde iría ubicado un nuevo SAC con capacidad de ofrecer más servicio y la oficina de Recaudación, así como las dependencias actualmente localizadas en Kostorbe, que ocuparían dos de las plantas. El edificio también se proyecta en clave verde con propuestas de mejora enfocadas desde la eficiencia energética.
Además de unificar servicios municipales mejorando el acceso a los mismos por parte de la ciudadanía, el nuevo edificio abriría la puerta a reorganizar espacialmente otras dependencias municipales dejando la casa consistorial libre para labores puramente institucionales.
