"Establecer una limitación de velocidad de 30 km/h es una
manera económica de mejorar la seguridad, rebajar la contaminación y estimular el uso de mejores modos de transporte. Esta medida conducirá a mejorar el tráfico y aliviar la congestión. Las personas podrán desplazarse sin miedo." Así lo asegura
Ecologistas en Acción, una de las cuatro ONGS que abanderan esta causa en España junto a Stop Accidentes, Andando y Conbici.
El caso es que los expertos calculan que reducier la velocidad a ese máximo en cualquier tramo urbano reduce los atropellos y su gravedad. Así lo han demostrado ya en Pontevedra. A esta velocidad un peatón atropellado tiene un 95% de posibilidades de sobrevivir. A 50 km/h las opciones se reducen a un 55% y por encima de 70km/h la muerte es prácticamente segura.
La Comisión Europea ha aceptado recientemente el registro de la
Iniciativa Ciudadana Europea que defiende esta medida. Si consigue un millón de firmas de al menos siete países europeos en menos de un año Europa podría aplicar este límite de velocidad en todo el territorio, tal y como ya han hecho varias ciudades.