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Noticia publicada en Diario Vasco sección Bidasoa , el jueves día 17 de Enero de 2013.

IRUN

La caída de un muro cerró la entrada a

Zaisa III

SE HABILITARON ACCESOS ALTERNATIVOS AL POLÍGONO PARA LOS CAMIONES Y SE DESALOJARON DOS VIVIENDAS

17.01.13 - 00:10 -
Corrimiento. El movimiento de las tierras que acabó derribando el muro afectó también a las terrazas de las casas situadas en la loma, que fueron desalojadas «por prudencia»; aunque las viviendas ni siquiera tenían grietas, las terrazas se abrieron por la mitad. :: F. DE LA HERA
Lluvias, pleamares y un río Bidasoa que bajaba cargado de agua, con varios metros más de altura que lo que acostumbra, no consiguieron rebasar la orilla de Behobia que salvó la jornada del martes sin embarrarse los tobillos. Con Gipuzkoa y Navarra pagando caro los torrentes, Behobia, siempre preocupada en las alertas por temporal porque se encuentra en un meandro del Bidasoa y no olvida la inundación de hace tres años, pudo respirar aliviada anteayer.
Sin embargo, a este mismo barrio le tocó pagar ayer un peaje derivado del temporal. Ni de lejos tan grave como una inundación, y con una afección mucho más localizada. Fue, concretamente, en el vial de acceso a la tercera fase del polígono transportista de Zaisa donde se vino abajo un muro de contención que obligó a cerrar la carretera, incluso a desalojar temporalmente a las familias que viven en las dos viviendas situadas en lo alto de la loma cuya ladera sujeta -sujetaba- el muro.
Estos vecinos se despertaron sobresaltados hacia las seis de la mañana por un ruido atronador. No vieron nada fuera de lo común en ese momento, pero apenas una hora después, las terrazas exteriores de sus viviendas se abrieron, literalmete, por la mitad. Vieron entonces que el muro que sostenía la ladera en su parte más baja se encontraba abombado.
La alerta llegó hasta la Policía Local y apenas unas horas después se encontraban en el lugar incluso los responsables de la construcción del polígono, además del alcalde, José Antonio Santano, y los ingenieros municipales. Se descartó que las viviendas estuvieran en riesgo, pero sí que temieron, desde el primer momento, que el muro pudiera desplomarse y ordenaron el cierre de la carretera. La primera intención fue reforzar la pared de sujeción para evitar que cayera, sin embargo, se vino abajo mucho antes de que se pudiera actuar sobre ella. Ayer aún estaban por determinar los motivos del desplome, aunque los efectos del temporal podrían tener mucho que ver.
Accesos alternativos
El problema de cerrar el vial en cuestión fue que se trata de la única entrada y salida a un recinto transportista en el que operan más de una decena de empresas y por el que transitan a diario multitud de camiones. «Lo primero ha sido garantizar la seguridad cerrando el paso y desalojando a los vecinos de las casas de la ladera por pura prudencia», explicaba el alcalde irunés. «Luego junto con la Policía Local, hemos establecido posibles alternativas de acceso al polígono». Para ello, propusieron el uso de vías asfaltadas de acceso a caseríos cercanos que, pese a su estrechez, se convirtieron en la opción adecuada para posibilitar que «las empresas del polígono hayan podido seguir con su actividad, si no con total normalidad, desde luego, sí en la medida de lo posible», señaló Santano.
Apenas media hora después de la caída del muro, ya había operarios trabajando en la retirada de los escombros y de la parte de muro que no había caído. Ayer mismo comenzaron también los trabajos para sujetar las tierras de la ladera con el objetivo de que el vial pueda ser reabierto en el menor plazo posible. Un plazo que podría ser, según estimaban ayer fuentes municipales, de «entre 24 y 48 horas».