Cuidado con lo que echamos al váter Imprimir
Escrito por Administrator   
Domingo, 20 de Enero de 2013 19:31

Noticia publicada en Diario Vasco sección Bidasoa, el domingo día 20 de Enero de 2013.

IRUN

Cuidado con lo que echamos al váter

LOS ATASCOS EN LAS ESTACIONES DE BOMBEO DEL BIDASOA HAN AUMENTADO DE FORMA ESPECTACULAR EN LOS DOS ÚLTIMOS AÑOS A CAUSA DE LOS VERTIDOS DE TOALLITAS HIGIÉNICAS A LOS INODOROS. EN 2012 LOS OPERARIOS DE SERVICIOS DE TXINGUDI TUVIERON QUE ACUDIR A LA PLANTA DE AMUTE EN 40 OCASIONES PARA RETIRAR MADEJAS DE FIBRAS TEXTILES, A LAS QUE YA HAN BAUTIZADO COMO 'LATXAS'

20.01.13 - 01:23 -
Cuidado con lo que echamos al váter
Atalerreka. Maite Marguelio y Samuel Vázquez, jefes de Calidad e Instalaciones de Servicios de Txingudi en la depuradora. :: F. DE LA HERA
Cuidado con lo que echamos al váter
Colapso. Bomba atascada por una madeja de fibras de toallitas.
Cuidado con lo que echamos al váter
'Latxas'. Tres madejas sacadas en la estación de bombeo de Amute.
A veces, utilizamos el inodoro como si fuera un agujero negro. Tiramos cualquier desperdicio, apretamos el botón de la bomba, la porquería desaparece dando vueltas por el sumidero y se acaba el problema. Pero lo que ocurre, en muchas ocasiones, es que el residuo no desaparece y el problema no sólo no se acaba, sino que empieza a dar vueltas y va creciendo hasta formar una madeja que provoca una avería de las gordas.
A primeros de enero, la red de saneamiento del Añarbe sufrió un atasco por los vertidos de toallitas higiénicas provenientes de una residencia de ancianos de Errenteria. Esa desagradabe circunstancia no es desconocida para los responsables y operarios de Servicios de Txingudi. «Desde hace ya tiempo, hay una preocupación importante sobre este tema entre los gestores de saneamiento», dice Maite Marguelio, jefa del departamento de Calidad. «Aquí, en la comarca del Bidasoa, los atascos se han multiplicado desde hace un par de años, a causa de las toallitas higiénicas. Pero así como en el Añarbe se encontraron en un punto, aquí no. Las encontramos por todas partes. Son de uso doméstico generalizado y si esto sigue así, vamos a tener que colocar algún elemento delante de las bombas para protegerlas».
Deshacer la madeja
Samuel Vázquez, jefe del departamento de Instalaciones de Servicios de Txingudi, muestra un gráfico que recoge el número de intervenciones que se han llevado a cabo por atascos entre los años 2007 y 2012 en la estación de bombeo de Amute, que es la que más actuaciones ha requerido. «Es una estación del año 2000, en la que se instaló una reja de paso de un grueso de 40 mm. Amute recoge una gran parte de la zona urbana de Irun y el colector de Jaizubia. La estación ha funcionado correctamente hasta 2010, con las revisiones preventivas programadas y una media de dos a cuatro intervenciones al año por atascos. Sin embargo, a partir de 2010, esta situación ha cambiado. En 2011 tuvimos que intervenir en 17 ocasiones y en 2012, hemos actuado 40 veces».
Hasta el año 2010, las intervenciones por atascos se producían, habitualmente, en las primeras horas o primeros días de lluvia, tras un periodo de tiempo seco. «El agua hace arrastre de las cosas que se han ido depositando en las tuberías. Era ese primer golpe el que solía crear problemas».
Pero desde hace dos años, los operarios acuden a menudo, «porque los restos de toallitas higiénicas, que son acumulación de fibras textiles, forman unas madejas enormes que, o bien te atascan la bomba y entonces no sale nada de agua, o bien se meten dentro de la bomba, en cuyo caso hay que sacarla, vaciarla, desmontarla, limpiarla y volverla a montar. A veces, encontramos una madeja sola. Otras, encontramos varias madejas que se quedan dando vueltas en el pozo y acaban obturando la entrada del agua». Los operarios que se enfrentan a la nada fácil tarea de deshacer las madejas las han bautizado con el nombre de 'latxas' «porque parecen ovejas».
Publicidad engañosa
«La gente echa de todo al inodoro: comida, bastoncillos, preservativos, compresas, colillas, productos tóxicos... En las limpiezas de los colectores hemos encontrado hasta juguetes, teléfonos móviles y cmuchas otras cosas», añade Samuel Vázquez. Aunque nada de eso debería tirarse por el váter, todo acaba en en los tamices y no causa graves problemas. Pero el caso de las toallitas es diferente.
Puede que quien las arroja por el retrete no lo haga con mala fe o por descuido, ya que en los envases de estos productos se suele indicar que son ''biodegradables'' o ''compatibles con la red de saneamiento''. «Las empresas que comercializan las toallitas utilizan una publicidad engañosa», afirma Maite Marguelio. «Ellos siguen unos protocolos para poder decir que el producto es asimilable por la red, cuando no lo es. Todos los que gestionamos el saneamiento sabemos los problemas que originan y no estamos de acuerdo con el test que las toallitas han pasado para que pueda transmitirse el mensaje de que pueden tirarse al inodoro con toda tranquilidad».
En el ámbito europeo, se está trabajando para que ese protocolo sea modificado. «Algunos países ya tienen su propio protocolo, pero aquí, de momento no hay nada», añade la jefa de Calidad de Servicios de Txingudi.
En tanto en cuanto ese cambio no se produzca, los responsables del saneamiento en la comarca piden a los ciudadanos que tengan cuidado con los desperdicios que arrojan por el váter. «Nos hemos vuelto muy cómodos y deberíamos hacer el esfuerzo de depositar los desechos en el lugar adecuado. Hoy en día, tenemos contenedores y garbigunes para todo tipo de residuos. Deberíamos hacerlo así, tanto pensando en la red general, como por nuestro propio interés. No tenemos datos, pero sospechamos quelos atascos por toallitas que tenemos en las estaciones de bombeo, pueden estar teniendo incidencia también a nivel particular, en las acometidas domésticas, donde igualmente pueden crear problemas».
Evitar gastos y riesgos
Si consiguiéramos dejar atrás el mal hábito de arrojar desperdicios por el inodoro, evitaríamos gastos y riesgos. Todos los «residuos sólidos impropios» que se recogen en las estaciones de bombeo, es decir, las cosas que se tiran por el váter, se acaban llevando al vertedero, que es adonde deberían haber ido desde un principio, sin necesidad de realizar todo ese largo recorrido por las conducciones de la red de saneamiento. «Tenemos que extraer los sólidos, secarlos y transportarlos, para que acaben en el cubo de la basura, lo que supone un montón de trabajo, consumo de energía y coste económico», explica la jefa de Calidad.
En días de lluvias intensas, como el del martes pasado, un atasco en una estación de bombeo podría ocasionar un problema añadido. «A pesar de las revisiones pereventivas, puede darse un atasco», dice Samuel Vázquez. «Si hubiese ocurrido en un día como el del martes, con todas las bombas en servicio y una colapsada, tendríamos que haber empezado a retener agua en los colectores durante la reparación».
Y otra cosa muy importante. Antes de arrojar una toallita higiénica por el váter, hay que pensar que, tarde o temprano, algún operario tendrá que ir a la estación de bombeo a deshacer la 'madeja latxa'.