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Martes, 23 de Febrero de 2021 19:56

Noticia publicada en Diario Vasco,el martes día 23 de Febrero de 2021.

«El fuego alcanzó al robledal de Endara, el mejor del territorio»

Josean Belzunce, responsable de Montes de Irun, asegura que habrá que esperar al rebrote de la primavera para comprobar la afección real de las llamas en el arbolado del municipio

Josean Belzunce conoce al detalle la zona rural de Irun, que representa el 75% del término municipal. /DE LA HERA
Josean Belzunce conoce al detalle la zona rural de Irun, que representa el 75% del término municipal. / DE LA HERA
IÑIGO MORONDOIRUNMartes, 23 febrero 2021, 06:42
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El impacto de este incendio en los suelos irundarras no se puede ni estimar aún. Ayer por la mañana, ni medio día después de haber abandonado el puesto de mando desde el que se coordinó la lucha contra el fuego, los servicios municipales estaban analizando lo ocurrido. Entre ellos, Josean Belzunce, técnico de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Irun, responsable de Montes.

- ¿Han cuantificado los daños que han provocado las llamas?

- Es demasiado pronto para eso. Vamos a hacerlo lo antes posible, pero no ha habido tiempo. De momento, en números redondos, hemos estimado en unas 400 hectáreas lo que está dentro del perímetro afectado; aproximadamente, 275 son de propiedad municipal y 125, de propiedad privada.

- Es una superficie enorme.

- Representa el 10% del término municipal de Irun; un 15% de todo el suelo rural. No todo está afectado por igual y las consecuencias no van a ser las mismas en todas partes, pero hace falta tiempo para verlo.

- ¿Por qué es tan dispar la manera en la que el fuego afecta a unas zonas u otras?

- Depende de muchos factores. Este incendio por momentos fue explosivo y, en otros, era un incendio de suelo, en el que arde la vegetación de sotobosque, el matorral de espacios abiertos. Es un fuego que afecta relativamente poco a los árboles y lo que arde es básicamente hojarasca, zarza y, si es una zona un poco más abierta, brezo y cosas así. Si llega a una repoblación forestal con ejemplares jóvenes y pequeños en los que hay vegetación que haga de combustible... Ahí se generan energías enormes que sí que afectan al arbolado.

- ¿Se ha visto afectado el ganado que suele pastar en la zona?

- Los propietarios pudieron sacar los animales a tiempo y llevarlos a zonas seguras. No nos constan problemas con el ganado en Irun. Ahora está en lugares donde puede buscar comida y, si hace falta, los propietarios se encargarán de cubrir las necesidades que tengan porque son los que mejor conocen la situación.

- ¿El perímetro afectado por el incendio era de gran valor ambiental?

- Esas 400 hectáreas de las que hablamos estaban todas dentro del Parque Natural y Zona de Especial Conservación de Aiako Harria. Lo que se ha quemado en Navarra no tiene esa consideración porque Aiako Harria sólo abarca Gipuzkoa. Lo mismo pasa con Biriatu, pero sé que esa zona también tiene protección porque está dentro del sitio Natura 2000 de Larrun-Xoldokogaina.

«No se agradece lo suficiente el trabajo de la gente que en primera línea ha luchado contra el fuego durante más de 20 horas»RETENES Y BOMBEROS

- ¿Se ha visto perjudicada alguna zona especialmente sensible de Aiako Harria?

- Sí, entre otros, el robledal de Endara, que es el robledal más importante de Gipuzkoa. Está declarado como Zona de Reserva, el nivel de máxima protección. Es un robledal sobre rocas, bastante accesible, con madroños y vegetación realmente singular. El fuego ha entrado ahí de forma bastante importante y tendremos que esperar y ver cuánto ha afectado.

- ¿Esperar a qué?

- Especies como robles, castaños, hayas, abedules... están, digamos, 'adaptadas' al fuego. Si es un fuego que pasa rápido quemando hojarasca y los árboles son de cierta edad, su corteza los protege. Incluso si se les quema la parte aérea, son capaces de regenerarse desde abajo, de volver a brotar. Pero hay que esperar a la primavera y ver si hay rebrote y en qué medida.

- Suelen decir que tras un incendio la vegetación brota más fuerte.

- Esto es importante aclararlo. Cuando un árbol grande que se ha quemado rebrota es porque mantiene sus raíces y eso le permite salir con más fuerza que un árbol nuevo. Pero la pérdida es enorme. No todos rebrotan y, además, hablamos de árboles que pueden tener diez años o más, que los hemos estado cuidando, hemos desbrozado a su alrededor para que pudieran crecer, los hemos protegido para que no los consumiera el ganado u otros hervíboros... Habían llegado a los tres o cuatro metros de alto y ahora hay que volver a empezar. Aunque vengan con más fuerza, empezamos de cero.

- ¿Ése es el trabajo que el Ayuntamiento hace en los montes de la ciudad?

- Tanto en la zona forestal como en las de pastos, trabajamos tanto el Ayuntamiento como la Diputación, cada uno con sus tareas. En las parcelas de bosque de propiedad municipal, el Ayuntamiento se dedica a la recuperación de bosque autóctono. El objetivo no es producir madera, sino restaurar hábitats y ayudar a la conservación de la biodiversidad.

«Hay unas 400 hectáreas dentro del perímetro afectado, lo que viene a ser el 10% del término municipal de Irun»SUPERFICIE QUEMADA

- Lo de este fin de semana, ¿es la peor versión de un incendio forestal en la ciudad o podría haber sido aún peor?

- Yo llevo 30 años en el Ayuntamiento y hay compañeros en Diputación que llevan incluso algún año más. El domingo comentábamos que aquí no hemos conocido nada como esto. Los últimos grandes incendios fueron en el 89, cuando se quemó Jaizkibel y en Irun hubo algún pequeño fuego en Elatzeta, en San Marcial, en Zubelzu... Desde entonces, ningún incendio ha superado las 30 hectáreas. Éste, con este viento... Hubo momentos en los que la gente que estaba en primera línea libró por poco porque por momentos el fuego era explosivo.

- Ha sido un fin de semana duro.

- Ha sido movido, trabajoso y desesperante. Desde las 11.00 horas del sábado estuvimos trabajando con los guardas forestales y los retenes y bomberos de la Diputación. Lo que han hecho no se agradece lo suficiente: más de 20 horas seguidas trabajando en una situación de riesgo, esforzándose hasta el agotamiento para defender el bien común, algo que es de todos nosotros.