La Asociación de Vecinos de Elitxu acogió ayer una sesión abierta a los ciudadanos en la que el Gobierno municipal, a través del alcalde, José Antonio Santano, y otros concejales y técnicos, explicó las líneas que guiarán la ejecución de la Fase II del proyecto Gain Gainean. Esta actuación está llamada a mejorar la conexión entre la plaza de San Juan y el entorno de Lapice dando continuidad a la Fase I, ejecutada en el entorno del colegio El Pilar. «Queremos aprobar el proyecto el día 27 de junio, por lo que hay margen para incorporar ideas y sugerencias que los vecinos de Irun quieran hacer a lo que presentamos», explicaba ayer el alcalde antes de la reunión.
Esta segunda fase tiene como base enlazar con vías peatonales y ciclistas dos puntos que actualmente requieren un recorrido periférico en torno al cerro de Olazabal y que ronda el kilómetro, bien por la avenida de Gipuzkoa, bien por el barrio de Larreaundi. Y en ambos casos con desniveles importantes. «Tras la obra, la distancia desde las casas de Olaketa hasta el Ayuntamiento será la mitad, con un desnivel de 16 metros», cuantificaba el responsable técnico del área de Obras, Pedro Lapazaran.
Fue él quien explicó que tanto en esa conexión como en la peatonal que unirá ese camino con el callejón de Olaketa «se han diseñado pendientes por debajo del 6%», cumpliendo los requisitos de accesibilidad urbana. Además, habrá «otros caminos, con escaleras o con más pendiente, que unirán los puntos de forma más directa». Entre esos puntos que se enlazarán, además de los ya comentados, estará también el Centro de Tecnificación de Tenis de Mesa, ubicado en el callejón de Olaketa, pero al que se podrá acceder también desde la parte superior, desde el propio parque. Se eliminará también el punto negro detectado en ese entorno.
Pieza del futuro parque
Aunque el objetivo principal de esta obra esté ligado a la movilidad peatonal y en bicicleta, Santano no quería perder de vista que forma parte del desarrollo «de un gran parque urbano en el centro de Irun; 60.000 metros cuadrados de pulmón verde que ahora mismo no existe en el día a día de la ciudad, porque este espacio tan grande es inaccesible, como un agujero enorme en pleno centro», señalaba.
La delegada de Obras, Cristina Laborda, apuntó que será «un parque menos construido que lo que estamos acostumbrados», más natural. «Hacerlo así nos ha permitido plantearlo por fases y que económicamente resultara más asequible», explicó. Desde luego, el criterio económico va a marcar algo más que el ritmo y el diseño de Gain Gainean. «Las zonas verdes se plantan con una hierba de pradera, que requiere menos cortes y menos riego», dijo Lapazaran, y sólo las zonas de estancia tendrán un césped más 'de jardín'. Se plantarán, eso sí, nuevos árboles de «distintas variedades».
Toda esta operación, cuya duración se estima en diez meses desde el inicio de la obra, costará en torno a 1,3 millones de euros. «La idea es que antes de acabar esta parte, adjudiquemos la Fase II B, que consistiría en ampliar algo más el parque hacia el alto del cerro», anunciaba Santano. «Pero sin llegar hasta el final, sin llegar hasta la zona del fuerte», cuya rehabilitación e integración en el conjunto aguardará a una tercera fase. «Lo que sí incluye es la integración de un pequeño equipamiento deportivo que actualmente está siendo empleado por el colegio el Pilar y que tras esa Fase II B quedaría incorporado al parque para su uso público». Esta segunda parte está presupuestada en 300.000 euros.
