Un corrimiento de tierras hunde un tramo del vial de Olaberria a Ventas

Sendos carteles en las glorietas de Porcelanas y Larreaundi advierten que la carretera que une por el sur los barrios de Olaberria y Ventas se encuentra cortada. En la madrugada del jueves al viernes, un corrimiento de tierras en una ladera, derivado de las intensas lluvias de esta semana, provocó el hundimiento del firme en el punto kilométrico 0,8 de esta vía, la GI-3452, es decir, en su extremo más cercano al barrio de Ventas.

Pese a que no está considerada como un eje principal para la ordenación del tráfico local, el cierre de esta carretera tendrá afecciones directas para los residente de los caseríos del valle, a los que se accede desde la misma; incluso para muchos vecinos de los barrios que conecta y que emplean este vial como alternativa al tráfico del centro de la ciudad que, seguramente, se verá también repercutido.

Cuando el pasado año la Diputación Foral de Gipuzkoa lanzó en la comarca del Bidasoa su proceso de presupuestos forales participativos, una de las propuestas que superó la primera fase y se elevó a las instancias forales llevaba por enunciado «arreglar la carretera Ventas-Olaberria».

«No estaba entre los prioritarios, pero sí pasó el corte», recuerda Agustín González presidente del Foro Ciudadano Irunés. Sin embargo, se cayó del listado final «porque Diputación entendía que ésa ya era una obligación que iba atender. Posteriormente, el Foro mantuvo una reunión con responsables forales y se planteó otra actuación en esta carretera, una acera en este vial, por el lado de Olaberria, hasta Estebenea». Sin embargo, el hecho de que las Juntas Generales no aprobaran las cuentas propuestas por el Gobierno Foral y se hayan prorrogado los presupuestos «ha dejado todo esto en nada», recordaba González. También advertía que la misma propuesta de arreglo del vial «se apoyó también en el presupuesto participativo municipal. En este caso, el Ayuntamiento la tuvo que retirar porque, al ser una competencia foral, no podía ejecutar la obra y asumió el compromiso de trasladarla a la Diputación».

El primer teniente de alcalde de Irun, Miguel Ángel Páez, valoró ayer lo ocurrido en la carretera de Olaberria a Ventas y lamentó «tener que sufrir en la ciudad las consecuencias de años de abandono por parte de la Diputación Foral en el mantenimiento de las carreteras de su titularidad». Calificó este caso de «especialmente flagrante» por lo ocurrido en los presupuestos participativos forales. «No sé cuándo tenían previsto actuar, pero ahora no tienen más remedio que hacerlo». Según indicó, la carretera permanecerá cortada «al menos hasta el lunes, cuando se harán las comprobaciones geológicas. Tendrá graves inconvenientes para los vecinos de ambos barrios, para los residentes en el valle y para las actividades económicas, especialmente las ligadas a la hostelería», se quejó.

Lo ocurrido en la carretera de Olaberria-Ventas ha sido el impacto más grave del temporal de estos días, aunque la vigilancia sobre el río Bidasoa a su paso por Behobia ha centrado los mayores esfuerzos. Las fuertes lluvias (el miércoles se registraron 128 litros por metro cuadrado) obligaron a activar alerta naranja que ya ha sido desactivada porque la previsión es más favorable y apunta a que el río no pasará de los 4,60 metros, lejos del límite de desborde, aunque Policía Local y Protección Civil seguirán vigilando el Bidasoa y otros puntos sensibles