Usuarios de Renfe solicitan mayor puntualidad e información cuando se prevean retrasos

Usuarios habituales del servicio de Cercanías de Renfe se han venido quejando en los últimos tiempos de continuos retrasos y cancelaciones, especialmente en los trenes diarios matinales.

Desde la oficina de comunicación de la empresa pública han confirmado «dos retrasos significativos desde primeros de año» en los trenes con salida desde Irun. «El 4 de febrero hubo un tren con un retraso de 21 minutos y el 11 de febrero, otro de algo más de cinco». También admiten «retrasos por debajo de los tres minutos» con una frecuencia algo mayor. «Ha habido trenes averiados y hemos pasado un momento complicado para poder cumplir con los horarios programados, pero esa situación ya se ha solucionado», asegura la empresa.

Hay usuarios que tienen una perspectiva muy distinta. Valentín es uno de ellos. Viaja todos los días en tren hasta su negocio. «Cuando nos quejamos no es porque el tren se retrase dos minutos. Hablamos de hasta media hora, lo que supone que ha habido un tren que no ha llegado a salir y sus viajeros han cogido el siguiente, que ha salido 10 minutos tarde». Afirma que esa situación «es frecuente y lo peor es que nadie te da una explicación. La mayoría de las veces, ni siquiera está abierta la ventanilla». Ahí es más duro en su queja. «Si cuando va a haber un retraso importante nos avisan al llegar a la estación, cogemos el Topo, el bus o nos vamos en coche. Pero aquí todo el mundo hace lo mínimo y nadie se responsabiliza de nada».

Hay quienes comparten su discurso, pero otros usuarios, como Ainhoa, no tienen la misma sensación. «Hace algunas semanas sí hubo un retraso, pero normalmente, a la ida, va bien». Es a la vuelta donde ella encuentra problemas, «esperando en Ategorrieta a un tren que debería llegar a las 21.44 y muchas veces lo hace 10 minutos tarde. En ese apeadero, no quieres esperar ni un minuto de más». Elixabet, por su parte, cree que «no es habitual que el tren vaya tarde, aunque es cierto que me ha pasado que en una misma semana tres trenes hayan salido con retraso». En lo que sí coincide es en la protesta por la falta de información cuando va a ocurrir, «porque buscaríamos otra opción. Esto es algo serio. Si, en la misma semana, llego dos días tarde al trabajo, aunque sea un minuto, con la ley en la mano, me podrían echar, por eso entiendo que haya gente que está muy quemada».