Juncal Gaminde (abogada y agente de la propiedad inmobiliaria desde 2001): «A día de hoy, sólo se venden los pisos que están en precio» Imprimir
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Viernes, 05 de Junio de 2015 09:48

Noticia publicada en Diario Vasco sección Bidasoan , el vienres día 5 de Junio de 2015.

Juncal Gaminde (abogada y agente de la propiedad inmobiliaria desde 2001): «A día de hoy, sólo se venden los pisos que están en precio»

  • ES UNA IRUNDARRA CON UNA ESPLÉNDIDA FORMACIÓN QUE SE DEDICA AL MUNDO INMOBILIARIO. EXPERTA EN LA MATERIA, AUGURA BUENOS TIEMPOS PARA EL SECTOR

    • MAÑU DE LA PUENTEMAÑUDE LA PUENTE Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla
    • IRUN
    5 junio 201500:17

Es una irundarra de pro a la que sólo le ha faltado ser cantinera, algo que le habría gustado mucho. No oculta su edad (tiene unos 44 años espléndidos) y se llama Juncal Gaminde Urtizberea. Nació en la mismísima Cruz Roja y está casada con Luis Legasa, experto en materia de arquitectura. Hija de Germán y de la recordada Mari Carmen, estudió en la citada Cruz Roja, en Bidegin y cerró COU en La Salle de Donostia. Se licenció en Derecho Económico por la Universidad de Deusto, en Bilbao. Cursó un master de Práctica Jurídica, también en Bilbao; y está en posesión del título API (Agente de la Propiedad Inmobiliaria) obtenido en Madrid. Realizó rácticas de Derecho en el despacho de Paco Idiaquez, en Donostia; trabajó en la sede bilbaina de Confebask y desde 2001 dirige la agencia inmobiliaria que lleva su mismo nombre en el número uno de la irundarra Avenida de Navarra. Cuando no trabaja le gusta pasear por Donostia y Biarritz, por aquello de cambiar de aires. Tiene la cabeza muy bien amueblada, su interlocución es genial y tiene mucha facilidad de palabra y expresión. Al margen de estas aptitudes y de su alta cualificación profesional, también es una mujer muy guapa.
-O sea que, Juncal...
-Sí, porque mi aita -muy de la calle Santiago- tenía claro que si iba a tener una hija le iba a poner ese nombre.
«Está demostrado que el dueño del piso está ajustando precios de acuerdo a la coyuntura»

«Ha habido un tiempo en el que quien no sabía qué hacer se montaba una agencia inmobiliaria»
-Me da que fuiste una buena estudiante.
-Fui una estudiante normal que sacaba buenas notas. Pero no por nada especial, sino porque hincaba los codos y le echaba mucho tesón y sacrificio a los estudios.
-¿Cómo te dio por Derecho?
-Porque siempre había querido ser abogada. Además tenía un amigo (Fernando Manrique) de la profesión con el que veraneaba en Santo Domingo de la Calzada y que me animó mucho para iniciarme en la carrera. Me inculcó el amor por el estudio y por la abogacía y me apunté hacia la especialidad jurídico-económica. Soy la primera abogada de la familia.
-Pero no has ejercido mucho, ¿no?
-Ahora mismo sigo estando colegiada pero como profesional no ejerciente. Trabajé en el despacho de Paco Idiaquez en Donostia y allí me dí cuenta de que este trabajo no era el que yo creía que era. Luego me fui a Confebask.
-¿Y cómo te fue?
-Estuve dos años trabajando en temas de medio ambiente relacionados con la contaminación, el reciclaje y, entre otros, la optimización de sistemas y recursos asociados a esa materia. Aplicábamos en el mundo empresarial las nuevas reglamentaciones que buscaban perjudicar lo menos posible los ríos o la atmósfera. Fue una bonita etapa que coincidió con mis estudios para obtener el título de agente inmobiliria.
-Entonces ya conocías a tu marido, ¿no?
-Sí, estaba con Luis, que fue quien me introdujo en el mundo inmobiliario. Él, por su profesión, llevaba una promoción y yo acabé metiéndome en ese mundo, abriendo mi propia agencia.
-Nos vamos a 2001, ¿no?
-Eso es. Eran años muy buenos para el sector, que empezaron a cortarse en 2007. Entonces las inmobiliarias no vendíamos, porque nos compraban. Las cosas iban muy bien por la coyuntura económica. Eran buenos tiempos y el negocio auguraba un buen futuro.
-Pero duró lo que duró...
-Las ventas eran ágiles y te faltaba tiempo para cubrir tus compromisos. No éramos conscientes de lo que estaba por llegar, a pesar que lo anunciaban los medios. El tsunami lo fue y el tortazo también. Primero en las grandes capitales y en la costa mediterránea, con tanto 'esqueleto'. Luego, la crisis se instaló aquí. Fue una cadena de hechos, con los bancos que cerraban los créditos a empresas y particulares, el dinero estaba muy caro, el consumismo brillaba por su ausencia y el paro era notorio. Te hablo de 2009-2010.
-Pero de entonces hasta ahora, la cosa va cambiando, ¿no es cierto?
-Hay un cambio, sobre todo a nivel financiero, que es lo que manda. La banca ha cambiado de actitud y se muestra más favorable a la concesión de créditos. Y la gente empieza a animarse a invertir y a consumir. Igual dentro de dos años estamos en un mejor momento y viviremos con la alegría de hace años y no con el reciente pesimismo que tanto se ha acusado.
-¿Estamos en un buen momento para comprar casa?
-Ahora mismo, sí. La gente está entrando porque el propietario está ajustando precios y situándose a la altura del mercado. Está optando por vender a precios más económicos porque sabe que los pisos no volverán a ser lo que fueron.
-¿Qué se vende más? ¿Vivienda nueva o de segunda mano?
-Mira, en nuestra zona no hay casi vivienda nueva. Lo que se vende es lo que está en precio. El mercado está más asequible para el comprador potencial porque los precios han bajado y porque los créditos son más accesibles.
-¿Y cómo está el mundo de las agencias inmobiliarias?
-En la actualidad, se ha reducido mucho el número de agencias y el sector se ha recolocado en el lugar que le corresponde. Y es que, ha habido años de bonanza en los que el que no sabía qué hacer pues se montaba una inmobiliaria.
-O sea, el asunto se va normalizando, ¿no?
-Sí y si la coyuntura sigue en términos de mejora, se abrirán nuevas agencias. La vida son ciclos y en este mundo también, pero creo que nunca volveremos a los niveles de los años 2003 y 2004. Muchos seguimos 'vivos' porque hemos ido tirando del 'plan B'; o sea, de las ganancias anteriores.
-En esta profesión se meten mochas horas, ¿no es así?
-Muchas, pero muchas, muchas, ya en la calle como en la oficina. Para vender, tienes que estar a pie de calle, pero sin descuidar tu presencia en la oficina, que es donde acabas vendiendo y captando clientes.
-¿Qué hace falta para ser un buen profesional de la venta?
-Tener conocimiento del trabajo y empatizar con el cliente. También, mucho espíritu de sacrificio y ser muy constante. En esta profesión está prohibido flaquear.
Juncal, sentada en un banco, cerca de la Imprenta Tolosa y de espaldas al Ayuntamiento. / F. DE LA HERA
Juncal, sentada en un banco, cerca de la Imprenta Tolosa y de espaldas al Ayuntamiento.