7 junio 201501:42
La duodécima edición de Bioterra, la feria de productos ecológicos, bioconstrucción, energías renovables y consumo responsable celebra hoy en Ficoba su tercera y última jornada. Aunque el balance se realizará esta tarde, el éxito de público saltaba ayer a la vista desde primera hora de la mañana. Miles de visitantes recorrieron los 167 expositores instalados en la feria e hicieron uso de algunos de ellos como zonas de descanso y relax.
Productos naturales y materiales de bioconstrucción son los protagonistas de Bioterra, pero también están presentes las nuevas tecnologías con aplicaciones medioambientales. Una interesante muestra puede encontrarse en el stand del Instituto Bidasoa, donde llaman especialmente la atención los trabajos realizados por la impresora 3D. Carcasas para instrumentos musicales, varias quillas y una reproducción de la torre Eiffel son algunas de las puiezas que se exponen.
«Utilizamos un programa que permite dibujar con volumen y transformar ese dibujo en un formato que lee la impresora», explicaba Imanol Calderón, responsable de la emopresa Fast 3D Bidasoa. «Empleamos diferentes materiales: uno biodegradable que proviene del maíz, otro flexible y otro más resistente. Una vez elegido el material y con los parámetros que queremos, construimos la pieza. Salvo el biodegradable, los otros materiales son reutilizables y podemos convertir el desecho en bobina para imprimir».
Detrás de la impresora 3D, sobre varios paneles, el IEFPS Bidasoa ha instalado un sistema domótico de la empresa ABB de Oiartzun para viviendas convencionales. «Desde el videoportero, puedo controlar la instalacion eléctrica de la vivienda. Puedo encender y apagar las luces, subir y bajar las persianas o extender un toldo. Y puedo hacer lo mismo desde una tablet o desde un móvil. Puedo simular que estoy en casa, cuando estoy fuera», explica Alberto Arrizabalaga, jefe del departamento de electricidad del centro de FP. «Un sistema como este supone un ahorro en la tarifa eléctrica».
Agricultura de precisión
El Instituto Bidasoa llevó también a Bioterra un dron. El profesor Daniel Tena fue el encargado de explicar a los visitantes las aplicaciones de esta tecnología «a la agricultura de precisión. El dron lleva cámaras multiespectrales y termográficas que permiten hacer estudios y buscar aplicaciones ambientales. En lugar de abonar todo el campo por igual, podemos saber qué zonas necesitan una dosis concreta».