28 junio 201600:29
El concejal socialista Mikel Maestro será el encargado de portar la bandera de Irun desde la Casa Consistorial hasta la iglesia de Santa María del Juncal, mañana miércoles, festividad de San Pedro. Según informó ayer el Ayuntamiento, a través de un nota de prensa, la Corporación Municipal «participará en los actos centrales y tradicionales» del día 29 de junio. La Corporación, «encabezada por la bandera de Irun, que porta según costumbre inmemorial el concejal más joven, partirá a las 10.40 horas, acompañada por la Banda de Música Ciudad de Irun, la Banda Municipal de Txistularis y los Gigantes de la Irungo Atsegiña, desde los arkupes del Consistorio hasta la iglesia».
Este año, sin embargo, no será el edil de menor edad, David Soto, de Sí Se Puede Irun, quien porte la bandera, «ya que anunció en la Junta de Portavoces de la semana pasada que no asistiría a la misa de San Pedro, donde el abanderado tiene un papel importante y renunció a portar la bandera desde la salida de la comitiva», señalan desde el Ayuntamiento. «Por ello, será Mikel Maestro, segundo concejal más joven, del grupo Socialistas de Irun, el que este año lleve la bandera de la ciudad». Al término de la misa, la Corporación bailará el Aurresku en la plazoleta del Juncal.
Por otro lado, el día 30 la Corporación municipal acudirá, a mediodía, al monte San Marcial para cumplir con el Voto Secular del año 1522. «Dado que el portavoz de Sí Se Puede Irun, David Soto, ha anunciado que tampoco asistirá a dicha ofrenda como abanderado, volverá a ser Mikel Maestro el que cumpla con el cometido de portar la bandera de Irun», concluye la nota.
«Por conciencia»
David Soto, que fue el abanderado en 2015, señalaba ayer que «mi decisión ha sido la de no entrar en la misa, al igual que harán otros concejales de mi grupo. Al comunicar esta decisión a protocolo de Alcaldía, el protocolo dice que lo mejor es que no lleve la bandera, ya que habría que coordinarse a la entrada de la iglesia para que el segundo edil más joven la portase».
David Soto estima que «la circunstancia de que un concejal, por conciencia, no entre en la iglesia debe ser tratada con normalidad» y cree que «no hay por qué poner el foco en el hecho de que no vaya a portar la bandera».
