16 mayo 201708:17
El sol acompañó a los baserritarras irundarras en la celebración del día de su patrón, San Isidro. El cielo despejado propició el disfrute de los actos organizados en lo alto del monte San Marcial, pero antaño lo del buen tiempo en este día tenía unas implicaciones más significativas. «Era el momento en el que se realizaba el primer corte de hierba y se plantaba el maíz. Que hiciera bueno era un asunto de importancia», recordaba Juan Cruz Ruiz de Arbulo, presidente de Irungo Euskal Kirolak, la sociedad que cada año se encarga de las celebraciones en torno a la figura del santo labrador. «Ahora las cosas han cambiado mucho. Todo está más industrializado, con más maquinaria, y los criterios son más técnicos. La hierba para forraje ya se ha cortado y el maíz se planta mucho antes».
Efectivamente, el mundo rural también está en transformación pero esta festividad se aferra a la tradición. «Seguimos haciendo el programa de siempre, que empieza con la procesión con la figura del santo y la bendición de los campos», de la que se encargó, como siempre, el padre Iñaki Larrea, de la parroquia del Santo Cristo de Artiga. Participaron más de cien personas, incluidos varios representantes de la Corporación como el alcalde, José Antonio Santano, y los portavoces de PSE, Miguel Ángel Páez, y PNV, Xabier Iridoy, entre otros.
Después de que el hisopo regara simbólicamente las campas de San Marcial, se celebró la misa en la ermita y, a la salida, Euskal Kirolak invitó a un almuerzo a todos los que se habían acercado. Como es habitual, las trikitixas abrieron la romería posterior en la que no faltaron los bertsolaris, Angel Mari Peñagarikano y Millan Telleria, ni los deportes rurales, de la mano del equipo de Miguel Saralegi. «Es el programa habitual de cada año que sabemos que funciona y que a la gente le gusta», decía Ruiz de Arbulo. La posterior comida de hermandad en la cantina puso el broche a la jornada, con presencia de los propios bertsolaris animando la sobremesa, a los que acompañó el alcalde con dos bertsos de su cosecha.
Más mayores que jóvenes
«Los baserritarras de la ciudad siguen viniendo a San Marcial a celebrar este día festivo, aunque la mayoría es gente mayor para la que esta tradición significa algo. Hay muchos jóvenes que están trabajando también en el sector, pero ellos ya lo ven todo de otra manera», apuntaba el presidente de Euskal Kirolak. «Su forma de trabajar es otra; sus ritmos, diferentes». A pesar de todos los avances y mejoras, el clima sí sigue siendo una cuestión clave para la agricultura. «Parece que este año están contentos, dentro de lo que cabe. Las heladas al final del invierno retrasaron un poco los campos, pero luego todo ha salido con mucha fuerza. En esto nunca nadie está contento del todo, pero este año están lo más cerca que se puede estar de eso», valoraba con una sonrisa Ruiz de Arbulo.