Las fotografías de calle de Luis Irisarri abren cien ventanas en el Amaia

«Si sabes esperar, la gente se olvidará de tu cámara y entonces su alma saldrá a la luz». La frase, que es del fotoperiodista estadounidense Steve McCurry, abre los tres últimos libros de fotografías que públicó Luis Irisarri (Fotografía urbana I, II, y III) y cierra otras de sus publicaciones anteriores, como 'Puerto pesquero de Hondarribia'. Irisarri, un irundarra sobresaliente tras la cámara que bien pudo haber hecho profesión de su pasión aunque 'tuvo' que trabajar en un banco, hizo gala durante toda su vida de esa paciencia que es uno de los elementos clave para la llamada fotografía de calle. Igualmente necesario es contar con conocimientos técnicos profundos. Y luego está eso otro, lo que es difícil de definir pero que marca la diferencia entre una gran foto y una obra de arte.

Fotografías. Cien imágenes, todas en blanco y negro, componen esta muestra del trabajo de Luis Irisarri. Reflejan lugares y personas de la comarca y de muchas ciudades que visitó por todo el mundo.

Fechas y horarios. Del viernes 19 de mayo (inauguración a las 19.00 horas) al 18 de junio en el horario habitual de la sala de exposiciones del Amaia: de martes a sábado de 18.00 a 21.00 y domingos y festivos de 11.30 a 13.30.

El autor. El irundarra y socio de la AFI Luis Irisarri (1940-2016) ganó sus primeros premios fotográficos en la década de los 70. Realizó numerosas exposiciones, colaboró con artistas como Oteiza, Basterretxea o Mendiburu y publicó varios libros de fotografías.

Nada de esto le faltaba a este fotógrafo local y desde el viernes se podrá comprobar en la exposición que acogerá el Amaia hasta el 18 de junio, 'Luis Irisarri. Maestro de la fotografía'. «Es una muestra especial», decía ayer la delegada de Cultura, Juncal Eizaguirre. «Es especial por muchos motivos, pero especialmente por dos: por la gran calidad de la obra que se exhibe y por su autor, que fue miembro de la AFI (Asociación Fotográfica Irunesa) y falleció el pasado año. Esta exposición es un homenaje a su figura de la AFI, del Ayuntamiento y de la ciudad de Irun», destacó antes de agradecer la colaboración de la asociación fotográfica local y de la familia del propio Irisarri.

La mujer de Luis, Marijose Miguel, participó de la presentación de ayer para devolver ese agradecimiento en su nombre y en el de sus hijos Ricardo, Aurora y Jorge. «Esta exposición es una ilusión que Luis tenía desde hace años. El Ayuntamiento acordó hacerla, pero por circunstancias, no se ha podido hacer hasta ahora». Que el proyecto estuviera lanzado ha facilitado su realización pese a la ausencia del autor. «La tenía preparada en formato digital desde hacía tiempo», explicó Gerardo García, presidente de la AFI. Son cien instantáneas «todas en blanco y negro y enmarcadas temáticamente en la 'fotografía de calle', en la que Luis era un maestro. El gran protagonista es el elemento humano, que Luis fotografiaba en su entorno, tanto en sus viajes como en sus paseos por la comarca. Dominaba la fotografía de 'robados' y captaba como nadie los rostros y las expresiones, muchas veces con un toque de ironía y fino humor».

García no ahorró en elogios. Recordó «los audiovisuales que montaba con sus fotos en los que se dejaba sentir su vena de cineasta, la que practicó con maestría durante años». También la música le atrajo y le llevó «en su juventud, a formar parte de varios grupos míticos de Irun». Dijo de su «amigo» que «tras haber sido maestro en la época de la fotografía tradicional, fue uno de los pioneros en la ciudad con la digital», la persona a la que los socios de la AFI acudían «con nuestras dudas y problemas que él resolvía con la amabilidad y paciencia que le caracterizaban».

De la exposición, García destacó algunas fotos, entre ellas, la que aparece en la imagen que ilustra esta información. «Recuerda a aquella escena de Marilyn Monroe», cuando en la película 'La tentación vive arriba' su vestido blanco revoloteaba alzado por una rejilla de metro. Fue una fotografía que en 2011 le valió a Irisarri el Primer Premio del concurso La foto del lector que organiza DV. «Está sacada en Lisboa. Estuvimos allí dos horas, ¡dos horas!», contaba ayer Marijose Miguel. «Vio como subía el aire por la rejilla y dijo que tarde o temprano pasaría alguien. Ése era el mundo de Luis. Veía un lugar y decía 'algo tiene que pasar' o 'tiene que cambiar la luz', y no miraba el tiempo. En este caso, además, cuando llegó a casa vio que detrás de la chica uno de los que estaba sentado le estaba haciendo también una foto desde abajo», recordó Marijose.