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Noticia publicada en Diario Vasco,el miércoles día 29 de Julio de 2020.

«A bordo tenemos nuestro Netflix particular cada día: ver el atardecer»

Xabi disfrutando de la mar y el sol en su Olatua, el hotel de mil estrellas en el que navega desde hace una década. /
Xabi disfrutando de la mar y el sol en su Olatua, el hotel de mil estrellas en el que navega desde hace una década.

EL IRUNDARRA XABI URRESTI LLEVA MÁS DE UNA DÉCADA OFRECIENDO EN IBIZA LA EXPERIENCIA DE NAVEGAR DURANTE UNA SEMANA

YLENIA BENITOMiércoles, 29 julio 2020, 07:59
El silencio del sonido del mar. El calor de la brisa del atardecer. El dulce sabor de la sal en la piel. La tranquilidad de la naturaleza bullendo a tu alrededor. La alegría de una despedida, la del sol. Cierras fuerte los ojos y deseas no olvidar nunca ese atardecer. El más bonito que hayas visto jamás. Anochece. Termina otro día en el hotel de las mil y una estrellas. Es el velero de Xabi y tú, si quieres, puedes ser parte de su tripulación. Tú, si quieres, puedes disfrutar del silencio del mar o de la tranquilidad de la imparable naturaleza. Tú, si quieres, sin ser ese millonario que tiene un yate enorme, puedes sentirte tan libre como Jack y Rose en la proa del Titanic. Solo es un velero. Solo es una semana. Pero es Ibiza y un capitán dispuesto a hacerte parte de la mar.
–¿Dónde te pillo, Xabi?
–Me pillas con cobertura en el teléfono, que no es poco. Esta mañana hemos navegado durante dos horitas. Luego hemos echado el ancla, nos hemos bañado en una cala espectacular, hemos cocinado como grandes chefs y ahora estoy en el mejor solarium que hay. Al aire libre.
ASEQUIBLE«Alrededor, a veces, hay grandes yates, pero esto no es una experiencia para millonarios»ASEQUIBLE
–Qué envidia...
–¡Vente! No lo pienses. Es una semana navegando. Es una experiencia increíble.
–¿Yo en un velero? Con mi cuenta corriente...
–¡Claro que sí! Yo con Olatua lo que quiero es acercar la mar a la gente. Que el navegar sea algo popular. Esto no es para millonarios. Bien, es cierto que alrededor, a veces, tenemos unos yates enormes de grandes magnates, pero la experiencia en Olatua se la puede permitir cualquiera con un trabajo y un sueldito. De verdad, casi cualquiera puede ser parte de la tripulación.
–¿Cuántos podemos ser?
–Hay sitio para nueve y todos somos tripulantes durante una semana. Olatua funciona de sábado a sábado. Cada semana puede entrar y navegar una tripulación. El primer sábado nos conocemos, hacemos una compra para la semana, cenamos tranquilos para conocernos mejor y... ¡a navegar! Estamos la mitad de la semana en Ibiza y la otra mitad en Formentera.
–¿Tienes una ruta fija, capitán?
–Para nada. Tengo veinte o treinta sitios muy bonitos y según el viento o las ganas, voy variando.
–Manda más la mar...
–Bueno, date cuenta que es una semana a bordo del velero. Es importante dormir en un lugar tranquilo para poder descansar, por ejemplo.
–¿En la semana a bordo de tu velero no se pisa tierra?
–Sí, sí. A veces alquilamos un coche y también disfrutamos de la tierra. También bajamos del velero y vamos a los chiringuitos de playa, claro. Lo bueno es que en una semana se pueden conocer las dos caras de Ibiza: la de la marcha y la de la tranquilidad.
–¿Cómo es eso posible?
–Esto es un hotel de mil estrellas, ¡todo es posible! (Risas) Este entorno es un privilegio, la verdad. Hacemos snorkel, hay unos acantilados increíbles, nos bañamos, visitamos calas impresionantes... Con el velero nos podemos mover y disfrutar de la naturaleza, pero también podemos echar el ancla y disfrutar de la tierra. ¿Sabes qué?
–¿Qué?
–Una vez a bordo, nadie se quiere bajar. Hay que ir a tirar la basura y yo lo ofrezo y nunca nadie quiere bajar del velero. Soy yo el que está deseando pisar tierra firme. (Risas)
–Hotel de mil estrellas, pero en el que hay que trabajar...
–Más o menos. Yo lo que ofrezco es la oportunidad de conocer cómo es la vida en un barco. Les enseño a navegar, les doy la opción de implicarse, les enseño el funcionamiento a bordo... ¡todo!
–¿Y las mil estrellas?
–Te lo explico con un día a bordo. Te despiertas, ponemos la cafetera, te das un baño, navegamos unas tres horitas, disfrutamos de la naturaleza y llegamos al lugar perfecto para conectar nuestro 'Netflix' particular. Echamos el ancla y la mejor película: el atardecer. Paro el motor, pongo una música tranquila y entonces llegan las mil estrellas.
–¿Desde cuando estás al mando de este hotel tan particular?
–Desde el 2011, cuando compré el barco de un conocido. Al principio no me querían dar un crédito, pero lo conseguí y me vine. Ahí empezó esta aventura y ahora este es el segundo barco que compro. Este es más grande.
–¿Por qué cambiaste el rumbo de tu vida?
–A mí desde pequeño me ha gustado la vela, el buceo... Todo lo que tenía que ver con la mar. Fui sacando poco a poco mis títulos, pero sin ninguna intención fija. Mucha gente me decía: «Xabi, tienes que comprarte un barco». Pero solo tenía un mes de vacaciones, no lo iba a aprovechar. Trabajaba en una tienda de fotos cuando surgió la oportunidad de comprar el barco y, no sé, lo hice.
–¿Y por qué Ibiza? ¿No te gusta nuestro Cantábrico?
–Claro que me gusta, ¡mucho! Nuestro Cantábrico es muy potente, pero el sol no siempre se deja ver. El tiempo es importante. Las brisas, el agua, el mar... Este hotel de mil estrellas no siempre entra a puerto...
–No hay que ser millonario, ¿pero qué hay que hacer para disfrutar de ese hotel?
–Tengo una web, olatua.com, ahí hay más información. Y no hace falta ser un grupo de ocho, también te puedes apuntar sola y hacemos grupo. Es una experiencia en la que además puedes conocer gente y hacer nuevas amistades. Tienes que volar a Ibiza y listo, ¡a disfrutar a bordo!