Noticia publicada en Diario Vasco,el martes día 15 de Septiembre de 2020.

«Quiero que los perros tengan su hueco en los álbumes familiares»

A Marta le gusta estar detrás de la cámara, pero esta vez ha hecho una excepción para posar con su modelo favorito. / F. DE LA HERA

MARTA SÁNCHEZ | FOTÓGRAFA DE PERROS

Empezó de niña a sacar fotos familiares, pero en seguida se dio cuenta de que en ese álbum faltaban protagonistas

YLENIA BENITOMartes, 15 septiembre 2020, 06:44

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Hitchcock lo tenía claro: «nunca trabajes con niños ni con animales ni con Charles Laughton». El maestro del suspense era capaz de captar toda la emoción y el misterio en un rectángulo. La magia del cine. La maestría de Hitchcock. No le gustaba la improvisación, pero aún así tampoco siguió al pie de la letra su propio consejo y rodó con niños y animales. Al contrario que a Hitchcock, a Marta le encanta la improvisación. Disfruta con la anarquía y la incertidumbre de cada sesión de fotos. Su lema, en este caso, sería: «no saques fotos a personas, los perros son más divertidos». Ella prefiere a un labrador antes que a James Stewart, Grace Kelly o Anthony Perkins.

–Fotógrafa de perros, una profesión curiosa...

–(Risas) Por aquí es algo curioso, sí, pero en Alemania, por ejemplo, es algo súper común. Hay un montón de fotógrafos de perros. Es una profesión.

–Ni bodas, ni retratos familiares. ¿Solo perros?

–Sí, sí. Hay fotógrafos que sólo se dedican a eso. Son fotógrafos especializados. A mí al principio también me sorprendió, pero casi he aprendido alemán de seguir a tantos fotógrafos de allí.

–¿La fotografía perruna tiene su propia técnica?

–¡Claro! Es un mundo. Yo empecé con una cámara sin saber para qué eran todos los botones, pero poco a poco he ido aprendiendo muchísimas cosas. No solo importa saber utilizar la cámara, la forma de sacar las fotos también es importante.

–Sin desvelar todos tus secretos, cuéntanos algún truco.

–Mmm... Por ejemplo, la posición en la que te colocas es importante. Yo antes sacaba todo desde arriba, pero no. He aprendido que lo mejor es tirarse al suelo. Desde ahí las fotos salen mejor. Ya te digo que he pasado muchas horas en Youtube viendo vídeos en alemán sin saber ni una palabra de alemán. (Risas)

–¿Y cómo se prepara una sesión de fotos de las tuyas?

–Es casi imposible. Yo nunca sé cómo va a ser la sesión. No puedo llevar las fotos pensadas porque nunca sé cómo se va a comportar el perro. Eso es genial. Es una aventura cada día.

–Todo en manos de la improvisación...

–Más o menos. Siempre pido a los dueños que traigan alguna chuche para que los perros se porten bien y nos hagan un poco de caso. No siempre funciona, claro. Mira, hace poco hice una sesión con un cachorro, era un buldog francés precioso, ¡pero no nos hizo ni caso! Fue muy divertido, pero me fui a casa pensando que no iba a poder rescatar ni una fotografía...

–¿Y?

–¡Quedaron preciosas! Hay que tener mucha paciencia para sacar fotos a perros. Eso está claro. A mi me encanta captar su mirada. Es difícil, hay que esperar, pero cuando te mira... ¡pillar ese instante es genial!

–Supongo que el trabajo de edición también llevará tiempo...

–Sí, eso también. Puedo estar mucho rato con cada foto. Soy muy perfeccionista y también hay miles de trucos a la hora de editar. A mí me gusta retocar los colores o resaltar los ojos de los perros, por ejemplo.

–¿Y los dueños? ¿Pueden salir en las fotos?

–¡Claro! De hecho, mi lema es: «hazle un hueco a tu mascota en tu álbum familiar». Al final, los perros son uno más en la familia. Ellos también merecen su hueco en ese álbum, ¿no?

–En tu álbum seguro que ya hay hueco, ¿verdad?

–Sí, claro. De hecho, empecé con esta aventura cuando conocí a mi pareja. Él tenía dos perritos y me encantaba sacarles fotos. A mí me aburre sacar fotos a personas, la verdad. (Risas)

–Tendrás problemas con sacar a tu pareja o tus padres del álbum familiar...

–No, es broma, pero sacar fotos de boda es algo que no me llama la atención. He hecho alguna cosa de comunión, por ejemplo, pero no me divierte tanto. Sin embargo, con los perros disfruto. Empezó como un hobbie, pero me encantaría que fuera mi profesión.

–Aquí llega lo difícil. ¿Cómo empiezas a convertirlo en un trabajo?

–Pues muy poco a poco. Hablando con unas amigas, se nos ocurrió hacer algo como los 'free tours'. Inventamos los 'free pet books'. De esta forma, ofrecí unas plazas limitadas de sesiones de fotos. La fórmula funcionó muy bien porque la gente pagaba después de ver el resultado y me daban lo que querían.

–Buena estrategia de marketing para empezar.

–Sí, fue bien. Luego el boca a boca también funciona bien. En mi barrio, por ejemplo, ya he fotografiado a casi todos los perros. (Risas)

–¿Cómo puede encontrarte quien quiera ampliar su álbum familiar?

–A través de Instagram o de mi página web, 'martasanchezfotografía.com'. De momento, estoy probando. A ver qué tal responde la gente. Me gustaría mucho poder dedicarme a la fotografía, pero de momento no puede ser mi sustento. Es muy difícil.

–Bueno, siempre puedes barajar la opción de buscar perros alemanes...

–(Risas) No, no. Allí hay mucha competencia. Además, a pesar de todas las horas y los vídeos, aún no he aprendido alemán. Eso sí, todo es ponerse. Antes creía que cuanto más cara fuera la cámara, mejores fotos iba a hacer. Todo se aprende, lo importante es perseverar.