Miles de irundarras aprovecharon la jornada festiva de ayer para visitar el cementario municipal de Blaia y otros de las localidades del entorno con el objeto de recordar y visitar a familiares y allegados fallecidos.
El día de Todos los Santos, ayer, y el día de los difuntos, hoy, siguen siendo las referencias principales para las visitas a los camposantos, aunque como apuntaba ayer Luisa, una irundarra que se acercó ayer al panteón de su familia en Blaia, «en los días previos se ve también muchísima gente. La gente viene a limpiar los panteones y pone ya las flores y luego muchos igual el día 1 ya ni vienen». No es su caso, que sí se acerca en los días previos, pero también lo hizo ayer, «como muchos días del año», aseguraba.
Esa tendencia a adelantar la visita se acusó especialmente en las tardes de este semana en las que hubo incluso «problemas para aparcar por la zona. Nosotros el miércoles tuvimos que dejar el coche casi en Artia», explica Lidia. El efecto es aún mayor si el día 1, como este año, se adhiere al fin de semana o crea un puente.
Pese a todo, sigue siendo la fecha de referencia para honrar a los fallecidos cercanos, mirando siempre desde una perspectiva católica que no es ya la única en una ciudad como Irun.
