La imagen propia del día de Todos los Santos es la de una hilera de sepulturas, nichos o panteones cubiertos de flores, con familiares y amigos de los fallecidos al pie de las lápidas, orando o guardando silencio. Pero en los últimos años, hay otra imagen que ha ido tomando peso. Las visitas a los columbarios van creciendo, conforme aumentan las incineraciones. Es lo que puede observarse en el cementerio de Blaia y, también, en el columbario del Tanatorio del Bidasoa, ubicado en la calle Anaka.
Fuera de estas fechas, en que las visitas aumentan, «hay gente que viene al columbario con asiduidad», dice el gerente de Tabisa, Eduardo Palomo. «Hacen la visita, están un rato en silencio y se marchan. Siempre nos acordamos de una persona que, mientras tuvo aquí la urna con las cenizas de su ser querido, venía todos los días».
Aunque pueden estar más tuiempo, lo habitual en el tanatorio irunés es que las urnas se depositen «por periodos cortos de aproximadamente un mes. Luego, recogen la urna y se la llevan al pueblo o a su ciudad de origen, para depositarla allí o aventar las cenizas». La ocupación de los columbarios va creciendo, pero la inhumación es todavía mayoritaria en nuestra cultura, «aunque ya por poco», añade Eduardo Palomo. Los datos del año pasado con los que cuenta el Tanatorio del Bidasoa indican que hubo en la comarca «un 57% de inhumaciones frente a un 43% de incineraciones. Todavía es superior la inhumación, pero la incineración va avanzando de año en año. En 2009, por ejemplo, las cifras eran de un 65% frente a un al 35%».
Más estancados están los llamados funerales civiles o despedidas laicas. Hay personas que, antes de morir, expresan su deseo de que no se celebre por ellas un funeral al uso o familias no creyentes que optan por despedir a su ser querido fuera de la iglesia. Desde 2009, Tabisa dispone de una sala habilitada para funerales civiles. «Hoy por hoy, son muy pocas las personas que optan por este tipo de ceremonias», añade el generte de Tabida. «La inmensa mayoría pide un funeral religioso. Este año, se habrán celebrado dos o tres despedidas laicas en el tanatorio, pero nosotros tenemos la sala dispuesta para quien lo pida».
