Los aficionados al ciclismo están pudiendo disfrutar de cerca la Vuelta al País Vasco, que trajo a muchos equipos a hoteles de la comarca, y son conscientes de que en menos de un mes podrán vivir otra competición importante, la Vuelta al Bidasoa. Por supuesto es una carrera más modesta, pero siempre apetecible.
La edición de este año se celebrará en la segunda semana de mayo, del siete al diez, con diez etapas que cumplen parecido guión al de años anteriores, aunque con algunas modificaciones.
Por ejemplo, en la primera etapa, que siempre sale desde la plaza Urdanibia pero que, a causa de las obras, ha trasladado el pistoletazo de salida a Hendaia. Después de 118 kilómetros, la etapa acabará en una meta novedosa, en la calle Hondarribia a la altura de la Cruz Roja, viniendo desde la avenida Letxunborro.
La segunda y cuarta etapa sí que son idénticas a otros años. Así, el miércoles 8 la carrera saldrá de Hondarribia y tras 128 kilómetros con mucha presencia por Nafarroa volverá a Hondarribia, con meta en Zezen Plaza, diez kilómetros después de haber coronado Jaizkibel.
En la tercera etapa la Vuelta al Bidasoa se acercará a Orio, como hizo en 2012. Tanto la organización como los oriotarras quedaron satisfechos con la experiencia y repiten este año, con una etapa idéntica, de 91 kilómetros y donde destaca la subida a Aia, a quince kilómetros de la meta.
Para el último día quedará el clásico Irun-Irun, de recorrido corto (78 kilómetros), pero muy duro, ya que los corredores deberán subir Aritxulegi, Agiña y Erlaitz y tendrán la meta en el paseo Colón.