IRUN - El Ayuntamiento de Irun cerró la liquidación de sus cuentas de 2015 con un remanente positivo de 9,4 millones de euros que, en palabras del alcalde, José Antonio Santano, da “una tranquilidad, por tener las cuentas saneadas, sin haber tenido que recurrir a créditos y con un alto nivel de ejecución presupuestaria”.
Es la valoración que hizo ayer el primer edil irundarra al presentar, junto con el delegado de Hacienda, Miguel Ángel Páez, los datos del cierre de las cuentas del año pasado.
Como razones para contar con este remanente positivo, José Antonio Santano explicó que “por un lado, el Ayuntamiento de Irun tuvo en 2015 unos ingresos notablemente mejores que los previstos, tanto desde la aportación del Fondo Foral de Financiación (FOFIM) como de la recaudación de algunos impuestos, como el de Construcciones, que superó ampliamente lo estipulado en el capítulo de ingresos”.
Además, otro factor para este remanente positivo fue “la contención del gasto, que vino tanto de las adjudicaciones de contratos, en las que las empresas hicieron importantes rebajas, como de la gestión ordinaria”.
Santano destacó que “poder tener estos recursos económicos es algo importante de cara a seguir dando respuesta a las demandas y necesidades de Irun y de su ciudadanía” y detalló, junto con Miguel Ángel Páez, las intenciones que tiene su gobierno sobre el uso de estos 9,4 millones de remanente positivo.
RESERVA En primer lugar, el Consistorio hará “una reserva de 622.000 euros para posibles pagos derivados del conflicto vigente sobre el Cupo, siguiendo la recomendación de la Diputación Foral”.
De la cantidad restante, Irun dejará “otros 4,5 millones en reserva, ante posibles contingencias derivadas de la situación económica o para acometer inversiones o gastos que puedan surgir hasta finales de año” y destinará “otros 4,4 millones de euros a una modificación de créditos del presupuesto de 2016”, que el gobierno quiere llevar, adelantó el edil, “al Pleno de este mes de abril”.
Santano explicó que se va a abrir “un diálogo con los grupos de la oposición sobre el destino de este dinero”, que a su juicio debe ser “social, para mejoras de la ciudad y para la reactivación económica y el empleo”.
El alcalde señaló que “habrá, seguro, una apuesta adicional a los 500.000 ya previstos para la vivienda de alquiler”, sobre la que “existe un consenso claro”.
