El Ayuntamiento invita a participar en el acto del puente Avenida

El Ayuntamiento de Irun, con motivo de los 80 años del incendio de la ciudad durante la Guerra Civil que se cumplen el 4 de septiembre, invita a la ciudadanía a participar en el acto de recuerdo de todas aquellas personas que tuvieron que huir de la ciudad aquel año de 1936 y cruzar la frontera. Esta iniciativa tendrá lugar el viernes, día 2 de septiembre, partir de las 12.00 horas, en el puente Avenida y se ha invitado a las corporaciones municipales de Irun y de la vecina Hendaia, destino de muchos de los iruneses que tuvieron que huir.

El acto institucional se abrirá con un Aurresku, para continuar con las intervenciones de los dos alcaldes José Antonio Santano y Kotte Ecenarro y de una ofrenda floral. Para concluir, y como acción simbólica, los asistentes anudarán a la barandilla del puente cintas de tela roja, que recordarán a las personas que cruzaron el puente para refugiarse al otro lado de la frontera.

Con esta iniciativa «queremos traer a la memoria de toda la ciudadanía aquellos proyectos de vida que quedaron rotos el 4 de septiembre de 1936», señalaba ayer el alcalde de Irun. «Fueron muchas las personas que, prácticamente con lo que podían llevar a cuestas, cruzaron la frontera escapando de las llamas. Por ellos, y sobre todo pensando en quienes, por distintos motivos, nunca pudieron regresar a Irun celebraremos este sencillo pero profundo homenaje».

El acto está abierto a todas las personas que quieran participar, y por ese motivo se pondrán a disposición de los asistentes cintas rojas para sumarse al recuerdo. El viernes por la mañana, estas cintas se repartirán en el puente entre los presentes. Para quienes no puedan asistir y quieran participar en el honenaje a lo largo del fin de semana, estas cintas se podrán conseguir en la Oficina de Turismo, situada en los jardines de Luis Mariano, en el siguiente horario: viernes, de 15.00 a 19.30 horas y sábado, de 10.00 a 13.30 y de 15.00 a 19.30.

El incendio de Irun en 1936 está considerado como una de las mayores tragedias humanas y materiales que ha sufrido la localidad a lo largo de su historia. Las llamas alcanzaron el paseo de Colón, los aledaños de la plaza San Juan, las calles Mayor y Escuelas (éstas parcialmente), Iglesia, Cipriano Larrañaga, Aduana y Hondarribia, entre otras. Como consecuencia del incendio, desaparecieron la mayor parte de las residencias y mansiones de la alta sociedad irunesa y se perdieron o quedaron seriamente afectados por el fuego los colegios El Pilar y La Salle y la iglesia, residencia y biblioteca de los Padres Pasionistas.