Los Ayuntamientos de Irun y Hondarribia remataron ayer el proceso de modificación de los estatutos de la Mancomunidad de Servicios de Txingudi. En sendas sesiones plenarias convocadas ayer a las 9.00 horas, ambas corporaciones aprobaron por unanimidad unos cambios cuya principal consecuencia es un nuevo diseño para la Asamblea de la Mancomunidad de Servicios de Txingudi.
De Irun
Socialistas de Irun: José Antonio Santano, Miguel Ángel Páez, Cristina Laborda. Representan 32 votos.
Sí se Puede Irun: David Soto. Representa 16 votos.
EAJ-PNV: Xabier Iridoy. Representa 16 votos.
Euskal Herria Bildu: Oinatz Mitxelena. Representa 10 votos.
Grupo Popular-PP: Juana de Bengoechea. Representa 6 votos.
De Hondarribia
EAJ-PNV: Txomin Sagarzazu, Juan María Altuna, María Serrano. Representan 12 votos.
Abotsanitz: Ortzi Alonso. Representa 4 votos.
Euskal Herria Bildu: Lore Erriondo. Representa 2 votos.
PSE-EE: Iosu Álvarez. Representa 1 voto.
PP: José Miguel Ochoteco. Representa 1 voto.
Es más que una cuestión formal. Este órgano es el equivalente al Pleno de los Consistorios y con el sistema que definen los nuevos estatutos, todos los partidos políticos que en las pasadas elecciones municipales obtuvieron representación en los dos ayuntamientos que conforman esta Mancomunidad podrán estar presentes con voz y voto.
Para aprobar las tasas de 2017
Como recordó en la sesión plenaria irundarra el portavoz de EH Bildu, Oinatz Mitxelena, el proceso de cambio arrancó cuando en julio del pasado año, tras los nombramientos de representantes municipales en la Mancomunidad, su grupo reivindicó el derecho a formar parte de una Asamblea de la que, junto al PP, se había quedado fuera dado que las plazas eran limitadas. José Antonio Santano, alcalde de Irun y presidente de la Mancomunidad, coincidió en que lo propio era que todos los grupos tuvieran voz y voto en la Mancomunidad, pero advirtió que habrían de modificarse los estatutos y buscar una fórmula que garantizara esa cuestión siempre. Habría de asegurarse, eso sí, el equilibrio de peso entre ambas ciudades y mantener también la representatividad proporcional de cada grupo. Todo sin dejar de ser operativos, es decir, sin llegar al extremo de formar una asamblea de 42 miembros con los 25 corporativos irundarras y los 17 de Hondarribia.
«Ha habido un gran trabajo de los técnicos del Ayuntamiento y de la Mancomunidad. Todos hubiéramos querido ir más rápido, pero ha sido complicado y bien está lo que bien acaba». La valoración de Santano era así de positiva porque consiguió cumplir su compromiso con la oposición: cuando la Asamblea de Servicios de Txingudi se reúna este mes para aprobar los precios del agua y de la basura del año próximo, lo hará con el nuevo formato. Todos los grupos contarán con al menos un representante que tendrá, sobre un total de 100, una cuota de voto proporcional al peso de su grupo en su Ayuntamiento y al de éste en la Mancomunidad. Las decisiones se adoptarán por mayoría simple, siempre con al menos un voto de cada uno de los dos municipios.