"Me voy feliz y satisfecho, pero lamentaré las energías malgastadas por las instituciones en torno a Ficoba"

IRUN. Iñigo Marquet, de 49 años de edad, anunció ayer, arropado por el presidente de la Fundación Ficoba, José Antonio Santano, y por la viceconsejera de Comercio y Turismo, Pilar Zorrilla, que deja su tarea directiva en Ficoba tras diez años "de mucho trabajo, de más de una preocupación pero con satisfacción de dejar el proyecto en muy buenas manos y en una senda positiva".

¿Por qué ha tomado la decisión de dejar la gerencia de Ficoba? ¿Le ha costado decidirse?

Más que una decisión puntual, ha sido algo meditado con tiempo, un cúmulo de motivos personales y también profesionales. En abril cumpliré la cifra redonda de diez años al frente de Ficoba, un proyecto que empezó como una incógnita y que se ha consolidado, gracias, no a mi trabajo, sino a todo un equipo que he tenido detrás y que ha sido un apoyo fundamental. También estoy agradecido al presidente de la Fundación Ficoba, José Antonio Santano, y a todo los órganos de dirección de la entidad, porque nos han apoyado y dejado trabajar siempre con criterios estrictamente profesionales. Cumplo una etapa de mi vida personal y profesional y me voy ilusionado con un nuevo proyecto que voy a emprender en el ámbito de la industria.

La Fundación Ficoba ya ha anunciado que su relevo vendrá de las propias filas, de su actual equipo de trabajo. ¿Qué le parece esa decisión?

He tenido conmigo a un grandísimo equipo de personas, en lo humano y en lo profesional. Creo que buscar el relevo en la gerencia de Ficoba dentro de la propia casa es algo muy acertado, porque hay gente muy valiosa, que ha acumulado una gran experiencia y que ha trabajado de forma incansable para llevar a Ficoba a la senda positiva del superávit, donde nos hemos situado en 2010 y 2011. Y todo, en estos tiempos de crisis. Creo que nadie que viniera de fuera podría mejorar lo que ya tenemos dentro. El relevo está en casa y será bueno; estoy seguro.

¿Qué camino debería seguir Ficoba a partir de ahora?

Hemos pasado momentos duros y complicados, pero por fin, hemos cogido la senda positiva. Las cifras del balance de 2011 están ahí, con catorce ferias en los pabellones y 288 días de ocupación con hasta un centenar de eventos de todo tipo, 6,7 millones de euros de efecto económico inducido en nuestro entorno y más de 9.300 pernoctaciones de expositores y asistentes a las ferias. Creo que Ficoba está en un buen camino y deberá perseverar en la línea que hemos seguido, tratando siempre, de mejorar, que se puede hacer, por supuesto.

¿Qué ha sido lo mejor y lo peor para usted en esta década al frente de del recinto ferial Ficoba?

Lo mejor, el trabajo bien hecho por parte de todo el equipo y el haber podido trabajar con la mentalidad de sacar buenos resultados a largo plazo. No es fácil trabajar así en un proyecto, ni que tus jefes te dejen hacerlo así. Ese apoyo y el ver que con el tiempo Ficoba se ha hecho más grande y ha mostrado su acierto como proyecto estratégico, te hace olvidar los malos momentos. Pero si tengo que rescatar lo malo, creo que ha sido la falta de consenso entre las instituciones a la hora de poner esto en marcha. Si todas las energías perdidas en discusiones y polémicas se hubieran empleado en remar, entre todos, en la misma dirección, Ficoba hoy habría sido más de lo que ha llegado a ser a estas alturas. De todas formas, no es este el único proyecto en el que las instituciones no se ponen de acuerdo. Ejemplos, en este país, hay muchos.

¿Qué anécdota de la vida de Ficoba en esta década es la que va a guardar en su memoria?

Han sido años de muchas vicisitudes y han ocurrido muchas cosas, curiosas, a veces divertidas, buenas y malas también. He sido feliz en este trabajo, con todo eso. No es fácil ponerse a hacer memoria ahora, pero creo que sí me acordaré siempre de cuando empezamos a planificar la organización de Bioterra, nuestra feria propia de mayor éxito y que hoy tiene un amplio eco mediático, incluso en el ámbito estatal, porque es uno de los mayores eventos de su sector. Alguien nos dijo, hace ya muchos años: "¿Pero dónde vais, organizando en Euskadi una feria dedicada a la agricultura ecológica y la bioconstrucción?". Bioterra fue una apuesta propia de la casa y es el evento que más satisfacciones nos ha dado en estos años. Este junio celebraremos la novena edición de esta feria y las perspectivas son muy buenas, ya que la comercialización de expositores marcha a un ritmo mejor que el del año pasado. Me alegra y satisface ver dónde ha llegado aquella ocurrencia.