29 enero 201516:19
La Ertzaintza ha detenido esta semana a una pareja compuesta por un varón de 37 años y una mujer de 29, ambos con antecedentes delictivos, acusados de haber estafado un total de ciento diez mil euros a un vecino de Irun mediante diversas argucias.
El timo consistía en hacer creer a la víctima que la mujer necesitaba ayudas económicas urgentes para evitar ingresar en prisión y perder la custodia de su hija. Según argumentaba la estafadora, el dinero lo devolvería tan pronto como cobrase una ayuda que esperaba de un organismo público.
Según el Departamento de Seguridad, a mediados del pasado mes de diciembre la Ertzaintza recogió la denuncia de la víctima, quien relataba haber sido víctima de una estafa continuada, que le había llevado a perder hasta ciento diez mil euros durante los últimos siete meses y en la que se habían visto afectados igualmente familiares y varias amistades.
Una espiral de estafa continuada
Los hechos se iniciaron en mayo de 2014, cuando el denunciante conoció a una mujer y a su hija menor de edad. En posteriores encuentros la mujer fue ganándose la confianza del varón, refiriéndole que se encontraba en situación de penuria económica y que debía hacer frente a diversas deudas, pues de lo contrario ingresaría en prisión y perdería la custodia de su hija. Al mismo tiempo, aducía que estaba pendiente de recibir una ayuda económica de un organismo institucional
El montaje se tradujo en sucesivas peticiones de dinero al hombre para sortear supuestos autos judiciales que emplazaban a la mujer a ingresar en prisión, situando a la víctima en la tesitura de seguir pagando para evitar que la mujer fuera a la cárcel y con ello perder las ayudas prometidas o dar por perdidas las cantidades que ya le había adelantado. De esta forma la víctima se vio inmersa en una espiral de estafa continuada.
La estafa salpicó también a familiares y amigos, que ayudaron a la víctima con diversas aportaciones de dinero. En los últimos meses el desarrollo de los acontecimientos llegó a tomar tintes aún más graves con la aparición en la trama de supuestos narcotraficantes que exigían bajo amenazas de muerte el pago de una importante suma de dinero. Llegados a este punto, la víctima decidió finalmente denunciar los hechos a la Ertzaintza.
Los investigadores pudieron constatar pronto la naturaleza delictiva de los hechos al comprobar que los documentos "oficiales" facilitados por la mujer a la víctima para hacer creíble su historia eran en realidad falsificaciones.
El pasado martes la Ertzaintza estableció un dispositivo de vigilancia en el barrio de Azken Portu de Irun, donde se localizó a la presunta estafadora, acompañada de un cómplice, un varón de 37 años, que en diversas ocasiones había contactado con la víctima haciéndose pasar por el abogado de la mujer. Ambos pasaron a disposición judicial ayer por la tarde en el juzgado de guardia de Irún.
