13 septiembre 201501:10
El grupo municipal Euskal Herria Bildu achacó a los sucesivos gobiernos socialistas del Ayuntamiento de Irun en estos últimos años la falta de «un proyecto con perspectiva y un liderazgo claro que encarrile la economía local». Según la formación abertzale, «desde el cierre de las aduanas hace treinta años, Irun no ha encontrado su norte económico y va dando tumbos».
Bildu realizó estas declaraciones como reacción a la noticia de la semana pasada en la que se apuntaba «un posible cierre de La Bacaladera», que el grupo político considera que significaría «otro golpe a la economía local que, lejos del triunfalismo del alcalde, se encamina a la nada más absoluta».
Una «bicefalia sin sentido»
Para respaldar lo que califica de «preocupante situación económica» de la ciudad, Bildu presenta una serie de datos porcentuales que atribuye al Instituto Vasco de Estadística-Eustat. «Es la localidad con la tasa de paro más alta de Gipuzkoa, con un PIB per capita y Renta personal total un 15% más bajas que la media» del territorio. Añade que, también en comparación con la media provincial, «la deuda viva del Ayuntamiento por habitante es un 27% superior y su inversión neta por habitante, un 54% más baja».
Bildu achaca a los sucesivos gobiernos socialistas de la ciudad «incapacidad manifiesta, dejadez absoluta, improvisación, falta de ideas y de proyecto económico para Irun y nula capacidad para afrontar seriamente el futuro económico de nuestra ciudad» y añade que «escudarse en que el Ayuntamiento no tiene competencias en promoción económica, además de mentira, pretende ocultar», todo lo anterior.
Así, criticó especialmente la «bicefalia entre la Oficina de Promoción Económica y Bidasoa activa», lo que consideraba que «no tiene sentido, supone un derroche económico e impide la estructuración de un plan serio de promoción empresarial». Para la coalición, la creación de la Oficina de Promoción Económica no fue más que «para loa propagandística del Gobierno municipal».
Errores evitables
Los responsables de EH Bildu manifestaron «no resignarse a esta situación» y apelaron al Gobierno para que obre «con madurez y responsabilidad, que deje de engañar a la población con supuestos planes y se ponga a trabajar de verdad para marcar unos objetivos de industrialización y fomento empresarial acompañado de su correspondiente proyecto real. Pretender que de los cielos nos llueva de vez en cuando una gran empresa que nos resuelva los problemas es inmaduro, cortoplacista y cómodo», e instaron a trabajar «codo a codo con las empresas, tejiendo de redes de colaboración entre ellas y con el Ayuntamiento, prestando apoyo a sus proyectos, apoyando el trabajo común y los proyectos compartidos». Por ese camino, estiman, «los frutos están asegurados. Todo lo demás es 'postureo', práctico para una foto pero inútil para resolver los problemas».
Los dirigentes locales de EH Bildu terminaron advirtiendo que «si Irun hubiera tenido una red de apoyo e interrelación empresarial como la que reiteradamente llevamos tiempo proponiendo, es más que probable que podríamos haber evitado los errores cometidos en La Bacaladera y el drama de su cierre».
