Participación en marcha

Todo en esta vida es susceptible de mejora. Si es un proceso de participación ciudadana en la elaboración del presupuesto municipal de Irun, con 1,5 millones cuyo destino se deja en manos de la ciudadanía, también.

Tras la primera experiencia del otoño pasado, de la que salieron un total de 18 proyectos e ideas que se incorporaron directamente al presupuesto de 2015, esta semana ha echado a andar el proceso mediante el cual los iruneses volverán a elegir el destino de 1,5 millones de euros que deberán ejecutarse en el año 2016 (1,3 millones en el denominado proceso general, abierto a todos, y 200.000 euros en el dirigido específicamente a los jóvenes de entre 16 y 30 años de edad).

MODIFICACIONES La metodología ha sufrido varios cambios. En la parte general, en primer lugar, no serán cinco sino tres las reuniones presenciales en las que los ciudadanos se sentarán a hablar y proponer propuestas de gasto para el presupuesto. La primera tuvo lugar este pasado miércoles, en el nuevo gimnasio del colegio Lekaenea, en el barrio de San Miguel, con casi un centenar de asistentes.

En segundo lugar, los irundarras podrán ir, si lo desean, a todas las reuniones. Pero solo podrán votar propuestas en una de ellas. No obstante, al resto de citas pueden acudir a lanzar sus propuestas y a debatir las de otros, aunque no podrán emitir su voto. De cada reunión saldrán un total de doce proyectos de gasto, que se sumarán a otra docena que se van a seleccionar entre las que ya se están recabando a través de la web municipal. Y el tercer cambio: habrá, al igual que el año pasado, una votación final on line, en la web o a través del SAC para quien no pueda conectarse de otra forma. Pero en esta votación, las 48 propuestas finalistas partirán en igualdad, porque el contador se pondrá a cero para todas, independientemente del apoyo que hayan tenido antes en la web o en las reuniones presenciales.

SIN VUELTA ATRÁS Aunque los cambios puedan gustar más o menos, “lo que está claro es que el presupuesto participativo llegó el año pasado para quedarse y no hay político que se atreviera a dar marcha atrás en esta dinámica”, decía este miércoles, en la reunión de Lekaenea, Agustín González, presidente del Foro Ciudadano Irunés, que tuvo una importante presencia de integrantes en esta primera cita.

En opinión de este colectivo “los cambios en la metodología son interesantes, especialmente, el hecho de que en la primera fase solo se podrá votar una vez aunque se vaya a todas las reuniones, y el poner el contador de votos a cero en la fase de votación final abierta a toda la ciudadanía”.

“El año pasado, un ciudadano pudo votar cinco veces la misma propuesta en otras tantas reuniones presenciales, y añadir un sexto voto en la fase final. El limitar eso es un paso adelante”, decía Agustín González.

El presidente del Foro Ciudadano Irunés se alegraba de la “buena afluencia” en la primera cita del presupuesto participativo de este año. “Parece que la gente ha visto que casi todo lo que se decidió el año pasado se ha llevado a la práctica y eso los anima a venir, proponer, debatir y participar. Esto no tiene marcha atrás y hay que conseguir que año a año, se perfeccione la fórmula y haya también cada vez más presupuesto en manos de los irundarras”, concluía González.

POR PRIMERA VEZ Entre los ciudadanos que acudieron a esta primera reunión, la mayoría no había tomado parte en el presupuesto participativo de 2014. “El año pasado ni me enteré de todo esto y esta vez, me he animado a venir, para proponer y votar que se hagan unas escaleras mecánicas y un ascensor entre la calle Gaztainondo y la estación”, decía Eustaquio Hernando, de 70 años edad y vecino de San Miguel.

“Igual esa obra superaría el tope de 1,3 millones de euros, pero al menos dejaremos constancia de que es necesaria”, decía este hombre.

Iñigo Dopazo, de 18 años y de largo el más joven de los que acudieron el miércoles al colegio Lekaenea, confesaba que había ido a la reunión “para votar a favor de la propuesta” del ascensor y escaleras antes citados y también era su primera vez en el proceso de presupuestos participativos.

“Yo también he votado por las escaleras y el ascensor, que son una mejora para el barrio y para todo Irun. Y también por arreglar aceras y cubrir las pistas de petanca”, señalaba Adela Michelena, de 72 años
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