Marcos García: «Contar con una sola cámara te permite trabajar bien el plano»

Después de haber estado el mes de julio rodando centenares de escenas en Irun, Donostia y otras localidades cercanas, el joven director Marcos García se encuentra enfrascado en el montaje de su nuevo trabajo, titulado 'El decimosexto sueño de un artista'. Aunque pueda parecer cansado revisar todo el material, el cineasta asegura que «estás más a gusto porque lo haces solo en la habitación y es más relajado».

Si en 'Vinyland', donde se cuenta la curiosa vida de un coleccionista de discos, la dirección y el guión corrió a cargo de García y Mikel Insausti, ahora el joven director asume ambos roles en un largometraje en el que vuelve a contar con Bloody Mary Producciones. La historia gira en torno a Mikel Toyos y Nicolas Caumont, componentes de la banda ziburutarra The Lookers, aunque García explica que «no me he basado en su vida, sino que he hecho de ellos un personaje». Para ello se ha valido de «esa presencia particular que tienen, que es lo que me atrajo para crear esta historia».

Desde el primer momento García quería hacer una película con el grupo. «Empecé por mi cuenta a escribir el guión sin decírselo a nadie. No fue por mantenerlo en secreto, sino para que no me empezaran a preguntar sobre ello y poder escribir la historia más tranquilo». De hecho, ni los propios protagonistas del film conocieron el proyecto hasta que este estuvo muy avanzado. «No les dije nada hasta que tuve más o menos acabado gran parte del guión», explica, y añade que se lo propuso el pasado octubre, «una noche después de un concierto».

Aunque los músicos están acostumbrados a subirse al escenario, nunca habían hecho cine. «Es un poco arriesgado y delicado en algunas situaciones, pero me gusta trabajar con actores no profesionales y los dos se han ido acostumbrando poco a poco», comenta García. En ese sentido, destaca el trabajo de Nicolas, que es con el que «más satisfecho me he quedado», porque pese a no tener «nada de diálogo con su presencia y su cara decían mucho». El reparto lo completan Maider Núñez, Silvia Llorente, Haizea Moreno y Marcos García, aunque la película también cuenta con la aparición de intérpretes profesionales como Martxelo Rubio, Unai García y Patxi Pérez con «papeles un poco más breves».

Para sacar adelante este nuevo proyecto Marcos García ha vuelto a rodearse de un equipo de buenos amigos. Heidi Otaduy a los mandos de la cámara, Natxo Ortuzar como técnico de sonido y Berta García de ayudante de dirección. «Es un grupo bastante pequeño pero comparado con 'Vinyland' supone un paso más allá», confiesa el director. En ese sentido, destaca que todos han sido «muy eficientes», y asegura que además de «hacer caso de mis indicaciones, las ideas iban fluyendo y había una comunicación muy agradable entre todos. Hemos estado muy a gusto grabando».

Un rodaje viajero

Donostia, Zarautz, Pasaia, Errenteria, Aritxulegi, Hendaya y Ziburu han sido algunos de las localizaciones del rodaje, así como la antigua biblioteca de Irun. «Un día pasé por ahí con Juancar y nos llamó la atención el sitio y su escultura, y decidimos rodar unas escenas allí. Es un lugar muy chulo y las escenas han quedado muy bien». Durante el rodaje el equipo ha usado una única cámara, algo que le gusta al joven cineasta porque «permite focalizarte más en el plano en ese momento y trabajarlo, mientras que con dos cámaras estás dividido».

Amor, pasión y el anhelo de lograr un sueño son algunos de los ingredientes de un largometraje que su director enmarca dentro del género de «drama-místico», ya que «llamarlo solo drama se quedaba un poco corto», asegura. «Hay ciertos momentos en la película que, aunque nos mantenemos en esa frontera de la realidad y el sueño, se acercan a lo onírico y hay algunas situaciones que no son sobrenaturales pero que se acercan un poco a lo fantasioso y lo místico».

Después de un mes de julio frenético para rodar la película, hoy todo el equipo se desquitará y celebrará el final del rodaje en el bar Eiger de Donostia, a las 19.00 horas.