Mertxe Urteaga (exdirectora del Museo Romano Oiasso): «Ahora sabemos de Oiasso mucho más que cuando se abrió el museo» |
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Osteguna, 2016(e)ko abendua(r)en 08-(e)an 20:51etan |
Euskaratzeko lanean ari gara. Noticia publicada en Diario Vasco sección Cultura, el jueves día 8 de Diciembre de 2016. Mertxe Urteaga (exdirectora del Museo Romano Oiasso): «Ahora sabemos de Oiasso mucho más que cuando se abrió el museo»
8 diciembre 201617:33
Mertxe Urteaga deja de ser directora del Museo Oiasso para aprovechar la oportunidad que le ha surgido de entrar en la Diputación como técnica arqueóloga. Un cambio laboral con el que esta doctora en Arqueología busca tener más tiempo fuera del trabajo para dedicarlo a diversas investigaciones que desde hace años tiene abiertas. Eso será en su tiempo libre, pero su jornada laboral estará orientada a otras funciones.
- ¿Qué hace una técnica arqueóloga de la Diputación?
- Tramita las autorizaciones para intervenciones arqueológicas, que siempre tienen que estar sujetas a una aprobación administrativa, y gestiona toda la parte burocrática en torno a esa concesión de permisos, porque la protección de los yacimientos es una competencia foral.
- ¿Por qué cree que este trabajo le dejará más margen para desarrollar sus investigaciones?
- Ser directora de Oiasso es tan absorbente que me costaba dedicar tiempo a la investigación. Ya es difícil en el día a día, pero cuando preparas una exposición temporal, cuando se acercan los Dies Oiassonis o el Ficab... No haces nada más. Tengo datos, información y bibliografía de investigaciones abiertas que quiero dejar resueltas antes de jubilarme para que puedan servir a otros investigadores en el futuro. Trabajando en la administración, podré dedicar las tardes a esto.
- ¿De qué tratan esos estudios?
- De la arqueología romana en la zona atlántica del País Vasco, la minería y la metalurgia del hierro... y, especialmente, el gran trabajo sobre Oiasso y el origen de Gipuzkoa.
- ¿A qué se refiere con eso último?
- La primera mención de Gipuzkoa de la que se tiene constancia es de 1025. Conocer la génesis de ese territorio ha sido uno de mis objetivos desde que empecé en esto. Del tramo entre el siglo V y el XI no había nada, así que empecé a estudiar el mundo romano para tratar de avanzar desde ahí y las villas medievales para ir hacia atrás. Creo que puedo trazar la evolución que da lugar al territorio de Gipuzkoa, pero necesito calma para afrontarlo y antes quiero acabar lo más inmediato.
- ¿'Lo más inmediato' es Oiasso?
- Es lo prioritario. Tantos años estudiándola me han dado una visión bastante nítida de esa ciudad romana cuyo puerto fue uno de los principales del atlántico. En el último año he hecho un estudio de las termas, encerrada en bibliotecas para leer monográficos sobre el tema. Ahora sé que las que aparecieron en Irun son del tipo semi simétrico, el modelo más importante después del imperial. Hay mucho por contar del distrito minero, porque lo que exportaba Oiasso eran lingotes de hierro. La colección de restos orgánicos (cuero, madera...) es la más impresionante de la península. Todo eso hay que publicarlo en medios prestigiosos para que Oiasso tenga el reconocimiento internacional que merece.
- Parece que algo ya han investigado en estos años desde el Museo...
- Sí, era un objetivo desde el principio. Pero ha sido a pulso y en condiciones difíciles. Nos ha tocado un momento complicado y no ha habido esa alegría para apoyar la investigación con la dotación que se necesitaba. El esfuerzo realizado ha hecho posible renovar los contenidos.
- ¿Todo el conocimiento adquirido en la última década hace el museo muy distinto para el visitante?
- Sin duda. Hay muchas más cosas que cuando lo abrimos en 2006, pero sobre todo ha cambiado la mediación, la explicación que el guía da al visitante sobre las colecciones, porque ahora sabemos mucho más.
- Hace diez años, cuando se abrió el museo, colocaron una maqueta de cómo creían que era Oiasso. ¿Han tenido que modificarla?
- ¡Qué miedo me dio colocar aquella maqueta! Yo no quería ponerla. Pero ha habido suerte. Todo lo que hemos ido descubriendo ha venido a confirmar aquellas suposiciones. Lo único que no ha coincidido totalmente son los almacenes del puerto. Estaban donde dijimos, pero aparecieron girados noventa grados... También hay cosas sin confirmar. Pusimos un teatro que pudo estar ahí o en otro lugar. Algún día aparecerá, pero con todo lo que sabemos ahora, no hay duda de que en Oiasso sí o sí había un teatro.
- Las termas que mencionaba antes se iban a incorporar al museo. ¿Por qué no ha sido así?
- Porque cuesta dos millones de euros y nos ha tocado una época económicamente complicada. Pero llegará el momento. No tengo duda. Había varias localizaciones posibles para este museo y entonces aparecieron las termas y por esa razón se ubicó donde está, pensando en incorporarlas a futuro. Existe un proyecto que es una maravilla y cuando se haga, éste será un equipamiento de lujo.
- Diez años como directora del Museo Oiasso y los diez anteriores liderando el proyecto para que se hiciera realidad. ¿Con qué sensación se va después de todo esto?
- Me voy con una sensación fantástica. Ha sido agradable y muy bonito; en algunas partes, divertido. Pero también ha habido momentos duros. En su momento, tuve que ir a declarar al juzgado de Irun acusada de apropiación indebida de materiales arqueológicos porque no queríamos entregar las piezas de Oiasso al Gobierno Vasco. Era tal discrecionalidad lo que estaba haciendo que nos tocó defendernos. El Ayuntamiento de Irun nos apoyó, pero los que nos la jugábamos éramos Jaime Rodríguez Salís y yo. Me enfrentaba a una multa de algo así como 200 millones de pesetas. Una barbaridad.
- ¿Qué pasó con las piezas al final?
- El juez no tomó medidas contra nosotros, pero para poder abrir el museo tuvimos que pasar por el aro. El Gobierno Vasco decidió en un acto totalmente discrecional qué material podía mostrar Oiasso y eso mandó para la inauguración. En la siguiente legislatura, llegó casi todo lo que pedimos. Pero aún hoy faltan algunas cosas.
- Con su marcha, Oiasso abre otra etapa de la mano de Pía Alkain.
- Arkeolan tiene un año más de contrato en la dirección del museo y luego volverá a haber concurso. Se valoró que pudiera venir alguien de peso en el mundo de la arqueología, pero a la vista de ese plazo, decidimos que fuera Pía Alkain, que conoce el proyecto perfectamente. Este año también le valdrá a ella para decidir si quiere seguir.
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