23 enero 201600:29
El Ayuntamiento de Irun, como viene siendo habitual desde 2004, ha organizado el acto 'Un niño, un árbol' para este año 2016. Dicho acto consiste en una plantación de árboles que llevarán a cabo los padres y madres de los niños iruneses nacidos 2015 que deseen participar. Por cuarto año consecutivo, este 2016 la plantación tendrá lugar en la colina de Siutz, en Ibarla.
La fecha de celebración del acto 'Un niño, un árbol' se ha considerado que sea, inicialmente, el día 5 de marzo, sábado. Aquellos padres y madres que en el momento del empadronamiento del niño ya hubieran entregado la tarjeta que recibieron con el resto de la documentación, dando su conformidad a participar en el acto de plantación de árboles, no es necesario que realicen ninguna solicitud dado que ya figuran en la lista de inscritos. Quienes no lo hicieran y estén interesados en participar pueden realizar la solicitud a través del teléfono 010.
Tras doce años ce celebración de la iniciativa 'Un niño, un árbol', son ya 4.500 los árboles plantados. Este año volverá a celebrarse un acto que cuenta con una media de participación de 350 niños por año, siendo 2013 el año en que más árboles se plantaron, hasta un total de 475. A los padres y madres que hayan mostrado interés en participar , el Ayuntamiento de Irun les enviará a sus domicilios una carta, en la que se les informará sobre el turno y la parcela exacta para la plantación de su correspondiente árbol.
Transporte y material
Al igual que en ediciones anteriores, el Ayuntamiento pondrá a disposición de los participantes un autobús, así como todo el material necesario para la plantación de los árboles. Los padres y madres podrán contar, además, con la ayuda de los técnicos de Medio Ambiente. Una vez acabado el acto, se entregará a los participantes un diploma conmemorativo.
El delegado de Medio Ambiente, Miguel Ángel Páez, destacaba ayer que, con la de este año «son ya trece las ediciones desde que pusimos en marcha una iniciativa que cada año reúne a un buen número de familias irunesas en los montes de la ciudad. Es una jornada especial, muy esperada, que se convierte, al final, en una buena excusa para pasar una mañana agradable en familia, con amigos en plena naturaleza, y más si el tiempo acompaña».
