Vecinos del centro de Irun temen “problemas de

convivencia” en Cipriano Larrañaga

IRUN - La Asociación de Vecinos Centro-Ensanche de Irun mostró ayer su oposición a la reurbanización que plantea el Ayuntamiento para la calle Cipriano Larrañaga, por considerar, entre otros aspectos, que “se va a facilitar la instalación de terrazas y veladores en toda la calle, ampliando las aceras a 4,10 metros, pero esto podría acarrear problemas de convivencia”, ya que consideran que “el Ayuntamiento no controla debidamente el cumplimiento de la normativa de terrazas”.

En rueda de prensa, Jesús Bengoetxea, directivo de la asociación vecinal y vecino de Cipriano Larrañaga, recordó cómo “cuando se planteó hacer una reforma de esta calle el Ayuntamiento se mostró abierto a recibir ideas y sugerencias” de los vecinos, comerciantes y hosteleros de la zona, con los que mantuvo reuniones.

Desde la AVV Centro-Ensanche hicieron llegar al área de Urbanismo su parecer sobre este proyecto. “La reforma que se plantea en las redes de saneamiento es correcta, pero el problema es el diseño de urbanización que se plantea en la superficie, un diseño que agravará, casi a buen seguro, los problemas de convivencia en Cipriano Larrañaga, entre la gente que disfruta del ocio y los vecinos, a quienes se debe respetar su derecho al descanso”, explicó Jesús Bengoetxea.

Todo ello se debería, según denunció ayer la asociación vecinal “a la intención de ensanchar las aceras a 4,10 metros y darle a la calle un carácter eminentemente peatonal, eliminando el aparcamiento y facilitando la instalación de terrazas y veladores, que suponen un ingreso para el Ayuntamiento, que luego no vigila como debe el cumplimiento de la normativa y el respeto a las medidas y espacios de uso que se le marcan, con total claridad, a cada local en su licencia”, denunció Luis Mari González, presidente de la AVV Centro-Ensanche.

CONSTATABLE “Esto no es una suposición, sino que es algo que ya se está dando y se puede constatar tanto en Cipriano Larrañaga como en otras zonas de la ciudad, donde una vez tienen la licencia para la terraza y han pagado por ella, muchísimos locales incumplen la normativa, sin dejar el espacio de dos metros para la circulación de los peatones, poniendo las mesas y sillas dónde y cuando quieren o dificultando, incluso, el acceso de los vecinos a sus portales”, señaló Luis Mari González.

La asociación vecinal del centro de Irun propuso al Ayuntamiento “un diseño de Cipriano Larrañaga que conjugaba la mejora de la calle con el mantenimiento del vial y de algunos aparcamientos”, y que contemplaba “usar un pavimento de color distinto para delimitar claramente el espacio que deben ocupar las sillas y mesas de las terrazas y veladores de los locales de hostelería, como ocurre en Donostia”. Propuesta que, lamentaron Jesús Bengoetxea y Luis Mari González, “no ha sido tomada en cuenta” por el Consistorio.

PLAN GENERAL El presidente de la entidad vecinal señaló además que “el diseño que ha presentado el Ayuntamiento de Irun para reurbanizar la calle Cipriano Larrañaga entra en contradicción con lo que se contempla en el propio Plan General de Ordenación Urbana”.

“La parte baja de la calle, la que linda con las vías y la estación del Topo del paseo Colón, se convierte en un espacio totalmente peatonal y no podrán circular los coches, salvo los que entran y salen de los tres garajes ubicados en este tramo”, explicó Luis Mari González.

“Esta peatonalización completa contraviene lo previsto en el Plan General, que dibuja, una vez se recupere el espacio ferroviario de Irun y se cubran las vías para trasladar la estación, un vial de conexión desde Cipriano Larrañaga hasta la rotonda de la calle Lope de Irigoyen y desde ahí, hacia la variante norte”, recordó el dirigente de la asociación vecinal del centro de Irun.

SONÓMETROS Además de referirse a una demanda de su asociación que no ha sido tenida en cuenta, Luis Mari González, Jesús Bengoetxea y Sole Aguirre, vicepresidenta de la entidad, repasaron la situación de algunas otras que han hecho llegar al Consistorio, como es la de la instalación de sonómetros para medir el nivel de ruido, especialmente en las noches de los fines de semana. Un problema que “se ha agravado en los últimos años, con la prohibición de fumar dentro de los locales, que hace que la gente salga más a la calle”.

“El Ayuntamiento ha confirmado que va a instalar sonómetros en Joaquín Gamón, Luis Mariano, Cipriano Larrañaga, calle Mayor y también una zona de Palmera-Montero que viene registrando reiteradas protestas de los vecinos por el ruido de la gente que disfruta del ocio en la calle”, explicaron.

“Estos aparatos miden los decibelios de ruido cada diez minutos y pueden enviar su lectura por vía telemática para que en caso de que se estén sobrepasando los límites, se pueda actuar”, y es eso lo que desde la Asociación de Vecinos Centro-Ensanche de Irun esperan que el Ayuntamiento haga a partir de su instalación: “Que no tengan que ser los vecinos los que anden llamando a la Policía Local, de forma reiterada, hasta que esta por fin acude”
.