La puesta en marcha de la futura biblioteca de San Juan «dará sentido a todo el proyecto urbanístico» desarrollado en este entorno. Así lo aseguró ayer el alcalde, José Antonio Santano, durante una visita al subsuelo de la plaza a la que también asistieron las delegadas de Obras y Cultura, Cristina Laborda y Belén Sierra, y el director del proyecto de la nueva biblioteca, Luis Uzcanga. Las instalaciones llevarán el nombre de Pedro Blanco Aguinaga, irunés con una muy destacada trayectoria en el mundo de las letras que falleció el año pasado, en Estados Unidos. La conclusión de esta primera fase de las obras se prevé para mayo de 2015.

metros cuadrados será la superficie total construida de la futura biblioteca Carlos Blanco Aguinaga, en la planta -1 de San Juan.

Accesos. Una pasarela permitirá entrar a la biblioteca a través del óvalo de la plaza. También se podrá acceder desde el ascensor y, más adelante, a través de una entrada peatonal por la calle Jesús.

Instalaciones. La biblioteca contará con una sección destinada al público infantil, salas de estudio, la Oficina de Información Juvenil Igazte, zona de hemeroteca e informática...

Plazo de ejecución y presupuesto. Las obras, adjudicadas a Obras Especiales Gipuzkoa S.A., tienen un plazo de ejecución de 14 meses y medio y se prevé que finalicen en mayo de 2015. El presupuesto es de 2.389.184 euros.

Aún falta casi un año, pero el espacio va tomando forma. Un espacio, destacó el alcalde, «que no existía antes y que la ciudad inventa. Lo normal es ocupar superficies ya existentes, pero aquí se ha hecho lo contrario: hemos creado un nuevo espacio» que contará con una superficie total construida de más de 3.000 m2. Allí se ubicarán «la biblioteca para adultos, la biblioteca infantil, aulas de estudio, la oficina de información juvenil... Es decir», concretó Santano, «vamos a tener un punto de encuentro y un espacio de dinamización social», pensado especialmente «para los jóvenes de la ciudad». De momento, se han llevado a cabo trabajos iniciales como las acometidas de luz y agua o el cierre de cámaras de los muros pantalla, con su correspondiente aislamiento térmico.

Luis Uzcanga explicó que «hoy en día, las bibliotecas son equipamientos que están en fase de transformación en cuanto a su uso», circunstancia propiciada en gran parte «por las nuevas tecnologías. Queremos que esta nueva biblioteca sea capaz de acoger ese proceso de transformación», señaló. Las instalaciones se han configurado «como un espacio muy abierto, que permitirá cambios a lo largo del tiempo y compartimentaciones mínimas. Toda la distribución de la planta», concretó el director del proyecto, «está ordenada alrededor del espacio central», el óvalo de San Juan, «por donde entra la luz».

Una de las directrices que ha guiado este proyecto ha sido la de «potenciar la biblioteca infantil, a la que se destinan prácticamente 800 m2. Está diferenciada del espacio para adultos y tiene sus propias separaciones», configurando distintas zonas.

En cuanto a la biblioteca para adultos, «estará compartimentada mediante elementos de vidrio. Será un espacio muy abierto que se podrá utilizar de muchas maneras, dentro de su orden. Hemos tratado de darle una cierta complejidad volumétrica para enriquecer el proyecto; por ejemplo, creando una plataforma de 80 centímetros de alto para diferenciar una de las zonas destinada a hemeroteca e informática. Alrededor de ésta se situarán las oficinas de los empleados de la biblioteca, la zona de KZ Gunea y un espacio cerrado para trabajos en grupo; que en determinadas ocasiones se podrá transformar en sala de conferencias con capacidad para entre 60 y 80 personas». La ejecución de esta nueva biblioteca contribuirá también a «recuperar la potencia urbana y social que tiene la plaza San Juan», añadió Luis Uzcanga.

Por su parte, José Antonio Santano quiso destacar que la actuación que se está desarrollando bajo la plaza San Juan «es una inversión a favor de la cultura y la educación, pensando en el presente pero sobre todo en el futuro».