En la sesión del viernes, Miguel Ángel Páez, delegado de Hacienda, citó algunos de los proyectos que se activarán o a los que se dará continuidad mediante estos presupuestos, como la rehabilitación de las termas del Museo Oiasso, la adquisición de autobuses eléctricos para IrunBus, la construcción del parking de Belartza, en el barrio de Artia, la redacción del anteproyecto del pabellón multiusos que el gobierno municipal pretende instalar en el parking de Ficoba o la rehabilitación de la antigua Aduana.

Por su parte, Xabier Iridoy, portavoz de EAJ-PNV, destacó que el acuerdo que su grupo ha alcanzado con el gobierno municipal abre el camino para “ofrecer a Irun ese gobierno estable, fuerte y con rumbo que necesita”. Además, dijo que el pacto engloba iniciativas que “responden a necesidades que la ciudadanía lleva tiempo reclamando” y que servirán para “mejorar la situación de la ciudad y la de los vecinos”.

El jeltzale relató asimismo que la negociación para alcanzar el acuerdo se ha basado en tres ejes principales. Por un lado, la seguridad, con la ampliación del número de agentes del cuerpo de la Policía Local. Por otro lado, las instalaciones deportivas, con el avance para la construcción de una infraestructura en Txenperenea y el estudio de la posibilidad de instalar un nuevo polideportivo en San Miguel Anaka. El tercer eje lo constituyen los aparcamientos, puesto que se pretende impulsar la construcción de parkings subterráneos bajo los colegios Eguzkitza y Dunboa, con el objetivo de “dar respuesta al déficit de aparcamiento que existe en algunas zonas de Irun”.

Además de estas enmiendas, a los presupuestos se han sumado otras, propuestas por parte de EAJ-PNV, como dotar de material y juegos a las Haurreskolas; mejorar el camino vecinal de Frantziun, en Meaka; alquilar un local para la Asociación de Vecinos Larreaundi-Olaberria por un año; programar cine infantil en euskera los fines de semana; mejorar el acceso al Amaia para personas con diversidad funcional; preparar la Korrika; realizar un estudio de refugios climáticos y aumentar las zonas ajardinadas y arbolado en la ciudad; poner en marcha el estudio realizado sobre la prostitución o elaborar un plan estratégico para los centros cívicos.

En el Pleno del viernes se aprobaron asimismo otras quince enmiendas, procedentes del resto de partidos políticos. Por ejemplo, la instalación de videocámaras en la Parte Vieja para controlar la entrada de vehículos no autorizados y la elaboración de un estudio para la regeneración del espacio ferroviario entre los puentes del Paseo Colón y la variante, ambas del PP; transferir la gestión del parking Pío XII a Irunvi y realizar obras de mejora en el Conservatorio, de Elkarrekin Podemos; y financiar la organización de actividades en la Casa de las Mujeres e instalar cabinas acústicas en la nueva zona del CBA, de EH Bildu.

Tras someter los presupuestos a votación, los portavoces de cada grupo justificaron sus posturas. Thania Pazos, de Elkarrekin Podemos, alegó que “el presupuesto debería ser el primer paso importante para poder cambiar un modelo de ciudad que creemos que no funciona, y por eso hemos votado en contra”. Por su parte, Iñigo Manrique (PP) recalcó que su grupo se ve reflejado en las cuentas, “lo suficiente como para no votar en contra, pero hay muchas cosas que se quedan en el tintero y muchos deberes por hacer”.

Para Oihana Briones (EH Bildu), el viernes se perdió “una vez más una oportunidad para que Irun sea más moderna, euskaldun, sensible, responsable, cercana e igualitaria”.

Por último, Iridoy destacó que la aprobación de los presupuestos supone “una garantía de estabilidad y tranquilidad, para que proyectos estratégicos que la ciudad necesita avancen a buen ritmo y con determinación”.