Irun inició hace dos años su programa de presupuestos participativos, en los que la ciudadanía ha venido eligiendo, en reuniones presenciales, con aportaciones también por Internet y con una votación final, también online, el destino de 1,5 millones de euros del presupuesto municipal. Una cantidad nada desdeñable.
Tras un inicio, como todos, más o menos tímido por aquello de la novedad, el año pasado, en la segunda edición y con el referente de que aquello que se decidió para las cuentas de 2015 se había hecho efectivo, la participación de los irundarras tomó impulso. En las sesiones presenciales, en las que se elegían, en cada una, doce proyectos que pasaban a la votación final, la afluencia fue muy importante, con cantidades que rondaron o superaron, como mínimo, las 100 personas.
Este año, en cambio, parece que esa dinámica positiva se tuerce. El miércoles pasado, día 5, sólo una quincena de personas participaron, en Belaskoenea, en la primera sesión presencial de los presupuestos participativos de 2017.
Y aún más precupante: Anteayer mismo, el jueves, únicamente cuatro personas se acercaron al centro social de Luis Mariano, en el corazón de la ciudad, a proponer y debatir ideas que llevar a cabo en 2017 para la mejora de Irun y su calidad de vida.
INAUDITO Una de estas cuatro personas era Lucía Garbayo, de 79 años, antigua presidenta del Foro Ciudadano Irunés y muy activa y concienciada, por tanto, en todo lo que atañe a la ciudad.
“Me parece increíble que la gente no haya venido. No hay excusa para no hacerlo. Te dan la oportunidad de decidir en qué se va a gastar un millón y medio de euros, o en este caso, de poder presentar tu propuesta y hacer que pase al menos a la votación final, donde únicamente habrá 48 proyectos, y no hacerlo”, decía Garbayo con indisimulado disgusto. “Aquí abajo, hace un rato, había decenas de personas jugando a las cartas o al bingo. ¿De verdad no les interesa su ciudad?”, se encendía esta mujer, recordando la intensa actividad que tenía, a la misma hora, las 19.00 horas, el centro social de mayores que acogió esta cita de los presupuestos participativos.
Además de Lucía Garbayo, otros como José Antonio Sánchez, de 57 años, y Arrate Etxazarreta, de 47, acudían “por primera vez” a una reunión del presupuesto participativo, “sin tener muy claro si iba a haber poca o mucha gente”.
“Soy madre de familia numerosa y he venido a proponer que se nos apliquen descuentos, en función de la renta, en el Impuesto de Vehículos, tal como ha propuesto nuestra asociación, Hirukide, en otros municipios como Donostia”, señalaba Arrate Etxazarreta.
Por su parte, José Antonio Sánchez quería proponer “que se haga algo para recuperar el edificio de la Aduana, junto a la estación de tren”. Pero no pudo sacar adelante su propuesta ya que esa tarea no sería, a día de hoy, de competencia municipal.
Finalmente, y con ayuda del equipo de InnovaGennio, empresa que dinamiza este proceso, los participantes en la reunión votaron y sacaron adelante sus propuestas, haciendo también suyas algunas de las que se han hecho por Internet, para que pasen a la votación final.
DECEPCIÓN El edil de Participación Ciudadana, Pedro Alegre, que acudió como en otras ocasiones a presenciar el inicio de la sesión, no podía ocultar su decepción: “Es sorprendente que tras dos años de dinámica, con un inicio positivo y con una evolución muy buena ya el año pasado, nos encontremos con tan poca gente en estas dos primeras reuniones”.
Alegre no sabía muy bien “a qué se puede achacar este bajón” y veía “difícil que pueda deberse a una mala comunicación sobre el proceso, sus fases y sus fechas”.
“La gente, enterada sí que está, porque además de lo que se ha divulgado en los medios de comunicación o en la misma web municipal, se han enviado 16.000 correos electrónicos”, añadía el director del área de Participación Ciudadana, Javier Arranz.
“Se han hecho cambios en la metodología del proceso, como elque se deba utilizar la tarjeta ciudadana Irun Txartela en la votación final, con el acuerdo de todos los grupos políticos. Veremos qué pasa en la última reunión, la del próximo día 19 en el antiguo hospital, pero habrá que tomar nota de esto y reflexionar, con calma, sobre lo ocurrido”, concluía Pedro Alegre
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Todos representados. La Asamblea de Servicios de Txingudi solo crecerá de 11 a 14 miembros. 
Los asistentes a la primera sesión, celebrada en Belaskoenea, debatieron sus propuestas en grupos.