El Gobierno municipal acaba de firmar la liquidación del presupuesto de 2015. Es, a año vencido, la forma de ver en qué medida se ha cumplido el presupuesto. En este caso, pese a que el alcalde, José Antonio Santano, incidió en que el grado de ejecución persupuestaria ha sido «muy alto, no hay más que comparar lo que estaba previsto hacer y lo que hemos hecho», la liquidación se ha saldado con un remanente positivo de 9,4 millones de euros, una parte del cual permitirá dar, este mismo año, un impulso a la oferta de vivienda pública de alquiler en la ciudad.

millones es el remanente del presupuesto municipal de 2015, es decir, una desviación positiva sobre lo previsto tras certificar los ingresos y gastos reales del pasado año y el remanente de los anteriores.

Más ingresos. Pese a reducir la viñeta y congelar el IBI, la entrada de dinero fue mayor de lo prevista gracias al Fondo Foral, las licencias de obras y otros.

Menos gasto. Ofertas en el 80% del precio de licitación en obras, compras y servicios y otros ahorros en la gestión han reducido el gasto presupuestado.

Santano explicó que para que el remanente haya alcanzado esa cifra se han producido tanto un aumento de ingresos como una reducción del gasto. En cuanto a lo primero, recordó que «habíamos bajado la mayor parte de los tramos del impuesto sobre los vehículos y congelado el IBI» y atribuyó la diferencia a «una mejora de la actividad económica», traducida en mayor aportación del Fondo Foral de Financiación Municipal y mayor recaudación vía «licencias de obra e impuestos de construcción».

En cuanto al menor gasto, citó distintos aspectos de la gestión como, por ejemplo, «la inversión en ilumimación pública con tecnología LED, que ahora nos reduce la factura», aunque la mayor parte proviene «de las adjudicaciones de contratos», tanto en obras como en suministros y servicios, «por la competencia entre las propias empresas». Con bajadas de entre el 20 y el 25%, la diferencia entre lo presupuestado y lo gastado realmente creció rápido y no sólo en el área de Obras, aunque aquí principalmente.

Con 9,4 millones extra, al Ayuntamiento se le abre un abánico enorme de posibilidades, pero el alcalde ya anunció ayer una línea de prudencia y mesura. «Para empezar, vamos a reservar 622.000 euros como nos ha recomendado Diputación, por si al final de la disputa sobre el cupo vasco, a los Ayuntamientos nos toca devolver una parte, que para Irun, podría ser, como máximo, de 1,9 millones».

Del resto, más o menos la mitad también se reserva, aunque con un destino menos definido. «Vamos a ver cómo evolucionan las cosas. Puede haber imprevistos y también que antes de que acabe el año nos surja una oportunidad que queramos afrontar». Para cualquiera de las dos cosas, nada como disponer de liquidez.

Pese a toda esa cautela, al pleno del mes de abril se llevará una modificación del presupuesto de 2016 de en torno a los 4,4 millones de euros. «El dinero está para servir a la ciudadanía y sus necesidades, pero no basta con discursos, hace falta recursos y para eso, hace falta gestión». Santano recordó que al aprobar las cuentas municipales para este año «hubo líneas estratégicas muy importantes en las que coincidimos todos los grupos políticos, pero para las que no había disponibilidad económica, no tanta como hubiéramos querido». Ahora que la hay, Santano apuesta por «el diálogo entre gobierno y oposición» para llenar de contenido tres líneas estratégicas: «uso social, promoción económica y empleo y mejora de los espacios públicos». Es en la primera de las tres en la que el alcalde incluyó un incremento de la dotación para impulsar viviendas de alquiler público que en el presupuesto se quedó en 500.000 euros. «Creo que todos los grupos coincidiremos en aumentar esa partida», señaló. «Discutiremos qué modalidades, el tipo de acuerdo, con quién, dónde... Lo importante es disponer de dinero y gracias a la gestión, lo tenemos».