Ni los más veteranos miembros de la Corporación recordaban un pleno de Presupuestos tan breve como el de ayer. Lo confesaban al término del mismo, ni siquiera tres horas después de que arrancara a las nueve de la mañana. Lo mejor es que en esa brevedad no cabe atisbar dejación. Más bien lo contrario. El pleno fue corto porque hubo mucho trabajo previo de cocina y los grupos llegaron a la Sala Capitular con acuerdos sólidos y claros reflejados en la votación final: PSE, PNV y PP votaron a favor del dictamen y Bildu en contra. El único corporativo de Ezker Batua-Berdeak, Manuel Millán, no pudo participar en la sesión.

La distribución de votos traslada algo más. Si a lo largo de todo el mandato Bildu ha venido defendiendo que hay «otra forma de hacer», la dualidad se exhibió ayer por completo.

El delegado de Hacienda, Miguel Ángel Páez, explicó en su intervención de apertura el contenido de un presupuesto «histórico, porque, por primera vez, los iruneses han decidido directamente el destino de 1,5 millones de euros del mismo». Aunque apuntó las dificultades para financiarse que acechan a todos los ayuntamientos, aseguró que «la situación económica del Ayuntamiento de Irun mejora». Las cuentas siguen en esa línea, que ya parece norma, de no recurrir a crédito; la deuda mengua; se rebajan y reducen los impuestos locales; se prevén remanentes en el mes de marzo...

En el culmen del mandato, Páez destacó «el incremento en las partidas sociales, desde los 320.000 euros en los primeros presupuestos de esta Corporación hasta los 828.000 que traemos hoy» y enumeró los diversos programas en los que se repartirá ese dinero. Al hablar de las inversiones, cuantificó en «32 millones» las realizadas a lo largo de estos tres años y medio por el Ayuntamiento de Irun, «más que la Diputación de Gipuzkoa» pese a ser «el Ayuntamiento de una ciudad mediana que comparte los mismos problemas que sus ciudadanos». No olvidó a los que no disponen de trabajo ni otros problemas tristemente asentados en la sociedad. Ante eso, «las administraciones debemos ser protectoras, pero también promotores y dinamizadores», dijo para recordar algunas de las acciones desarrolladas en economía y empleo en el marco de Irun Ekintzan para «desempleados, jóvenes, nuevos comercios, emprendedores...». Además avanzó la inminente puesta en marcha del Portal Municipal de la Transparencia, «porque aunque aquí no hayamos sufrido la corrupción, la transparencia es la mejor manera de luchar contra ella». Páez afirmó que en Irun «las cosas se hacen bien, pese a las dificultades» y tras la votación que aprobaba las cuentas quiso destacar «la amplísima mayoría» que las había apoyado, «acordando en lo básico, por encima de las ideologías».

PNV y PP respaldaron con su voto a favor dos cosas al mismo tiempo: el planteamiento general del presupuesto y la disposición negociadora del delegado, que incorporó al borrador del Gobierno las 3 enmiendas jeltzales (300.000 euros para el aparcamiento de Harrobieta en Artia, 100.000 para el carril bici de conexión de las tres ciudades de Txingudi y 100.000 para el nuevo centro de Mondragon Unibertsitatea en Arretxe-Ugalde), y las 20 de los populares, que incluían la del parking de Harrobieta, acciones de conservación del patrimonio, muchas cuestiones de detalle de mantenimiento urbano, apoyo a Protección Civil, un proyector para el Amaia... «Enmiendas que mejoran el presupuesto», dijo Páez de las 23.

La única parcial rechazada ayer fue una en la que Bildu pedía 64.000 euros para que Mugan desarrollara tres campañas. «Una ya está en marcha impulsada por los comerciantes en el Perco; las otras dos, no las vemos», dijo Páez, que, en cualquier caso, animó a Bildu a llevarlas a la Mesa de Comercio. El voto en contra del PSE fue suficiente frente a Bildu ante la abstención de PNV y PP.

El alcalde, José Antonio Santano, cerró la sesión agradeciendo el trabajo del delegado y los grupos y afirmando que «tres cuartas partes de la Corporación votando a favor del presupuesto es un mensaje que se explica por sí mismo».