El grupo municipal Bildu presentó una enmienda a la totalidad, argumentando que «vemos la necesidad de un nuevo modelo». El portavoz, Oinatz Mitxelena, aseguró que «hay que abrir un nuevo camino en Irun. Es necesario un cambio profundo en cuanto a la gestión y organización de la ciudad, basado en distintos elementos: ingresos económicos, gestión de servicios públicos, vivienda...».

Según defendió Mitxelena, para saber «qué tipo de ciudad queremos hay que hablar con los tres sectores de actividad económica. Fortalecer el primero, porque es la base de nuestra vida; atraer al segundo y crear una red de industria en Irun; y unir al tercer sector con el primero». Para lograr que el modelo que plantearon sea una realidad, desde Bildu apostaron por «la participación ciudadana. Hay que darles a los ciudadanos la palabra y la capacidad de decisión». Oinatz Mitxelena reprochó al Gobierno municipal que su modelo de participación «es solo informativo».

Miguel Ángel Páez, delegado de Hacienda, respondió al portavoz de Bildu que «no hay cuestiones de fondo que hagan necesaria esta enmienda a la totalidad. Estamos caminando en nuevos tiempos, en los que hay que pelear por alcanzar acuerdos con todas las formaciones políticas. No sé dónde se hace lo que ustedes quieren que se haga aquí», afirmó Páez, que se mostró en contra de que «los iruneses sirvan como conejillos de indias de prácticas que no sabemos dónde van a acabar. Prefiero que discutamos y debatamos cuantas veces se quiera, pero sobre bases más sólidas, más allá del discurso, con propuestas en la mano», señaló el delegado de Hacienda.

Finalmente, la enmienda a la totalidad presentada por Bildu no salió adelante al cosechar únicamente el apoyo de Ezker Batua-Berdeak; mientras en el resto de los grupos votó en contra.