IRUN. El grupo político del PNV en el Ayuntamiento de Irun ha hecho balance del primer año de legislatura, "que se cumple esta semana y en el que se pueden observar, en la gestión del gobierno de José Antonio Santano, luces y sombras".

Esa es la valoración general que hizo ayer la formación que lidera Xabier Iridoy, a través de una nota remitida a los medios, en la que califican su propia labor de oposición como "constructiva y responsable, criticando algunas cosas y también poniendo propuestas sobre la mesa".

REPASO El PNV de Irun hizo un repaso de "las luces y las sombras" que a su juicio ha deparado el primer año de legislatura municipal.

"Entre las luces están la aprobación definitiva del centro cívico de Palmera-Montero o de la modificación del Plan General para Oñaurre; el traslado de Doman a Araso o la apertura del parking de San Juan, aunque en este último caso, queda mucho por gestionar para que se cumplan las expectativas creadas", señaló el PNV.

Positivos han sido también en estos doce meses, a juicio de la formación jeltzale, "la aprobación por unanimidad de las nuevas líneas de Irunbus o de la creación del Consejo Asesor de Euskera, además de finalizar las obras de San Juan-Etxeandia".

Entre las sombras o aspectos negativos, el PNV citó "la crisis y el paro, de un 16,39% en Irun, sin dejar pasar por alto la huelga de OTA y la desafortunada gestión de la misma por Santano, prorrogando la concesión a Eyssa sin comunicárselo al resto de grupos".

El PNV recordó que "hubo la posibilidad de un gobierno de coalición pero no entramos porque no compartíamos con el PSE-EE el mismo diagnóstico sobre las finanzas municipales, en las que hay que buscar ahorros para poder generar inversión, y a su vez, empleo".

Sombre su propia actuación creen que han realizado “una oposición constructiva y responsable” recordando que “hemos hecho propuestas de mejora y hemos aportado en la toma de decisiones del ámbito municipal”. Sin embargo, en este primer año “hacemos una valoración donde observamos luces y sombras en la gestión municipal de la ciudad”.

Entre las luces destacan los jeltzales, “la aprobación definitiva del Centro Cívico en el ámbito Palmera- Montero; la aprobación de la modificación del Plan General en Oñaurre; la posibilidad de trasladar la empresa Doman a la zona industrial de Araso; la apertura del parking de San Juan” -aunque creen que queda mucho por gestionar para que se cumplan las expectativas creadas- la aprobación por unanimidad de las nuevas líneas de autobuses urbanos; la finalización de la primera fase de la reurbanización de San Juan y la aprobación por unanimidad de la creación del Consejo Asesor de Euskera”. Asimismo han destacado también lo “enriquecedor del debate que promovimos en relación a la inclusión de una cláusula social en el pliego para la construcción del hotel en San Juan”, y aseguran que posteriormente han constatado que el gobierno socialista “ha hecho especial hincapié en las cláusulas sociales en sucesivos concursos públicos”.

Respecto a las sombras, la mayor penumbra que han constatado los miembros del partido nacionalista es “la difícil situación económica que vivimos en estos tiempos” haciendo referencia al 16,39% de paro que existe actualmente entre los ciudadanos de Irun.

Como ataque frontal hacía la gestión del Gobierno Municipal destacan la huelga de los trabajadores de la OTA en la que los jeltzales aseguran que “los grupo de la oposición lamentamos que la gestión del alcalde fue desafortunada en lo que a la transparencia se refiere, cuando prorrogó la concesión a la empresa Eyssa sin ponerlo en conocimiento del resto de los grupos políticos”. Sin embargo, recuerdan que no ha sido ése el único hecho que ha unido a la oposición ya que “recientemente hemos criticado las formas empleadas por el alcalde por intentar convertirse en el protagonista absoluto de los hechos”.

Por otra parte, desde el grupo tienen la sensación de que la economía municipal ha sido el ámbito que más les ha llevado a confrontarse con el gobierno. Una vez transcurridas las elecciones, y tras las conversaciones con el partido socialista en julio del año pasado, apuntan que “decidimos no entrar en el gobierno, ya que no compartíamos un mismo diagnóstico de las finanzas del Ayuntamiento”. Explican que el motivo fue que el PSE “defendía la gestión realizada y nosotros proponíamos un cambio de enfoque. Considerábamos imprescindible reducir gastos de funcionamiento para liberar recursos, y tener así mayor capacidad de inversión”.

En la misma línea, recuerdan que con el objetivo de financiar dos proyectos “de mejora de la calidad de vida de Artía y Belaskoenea” propusieron en el pleno de Presupuestos enmiendas de reducción de gasto por un importe “superior a los 400.000 euros, que fueron rechazadas por el gobierno”.