Pese a las innumerables calabazas que las diputaciones de Araba (PP) y, sobre todo, Bizkaia (PNV) han dado al Gobierno Vasco (PSE) en su cruzada para reformar la fiscalidad y sostener los servicios básicos, no se da por vencido. «Se ha construido un modelo de país que no se puede sostener con la presión fiscal actual», advierte Carlos Aguirre, convencido de que si el PNV dirigiera el Gobierno Vasco ya habría propuesto una reforma tributaria. Optimista por naturaleza, el consejero de Economía cree que el actual clima de hostilidad que socialistas y jeltzales mantienen sobre la salud de las cuentas vascas no impedirá un acuerdo en materia tributaria con las diputaciones. «Con la acusación de Urkullu de quiebra inminente del Ejecutivo vasco se ha abierto la campaña electoral», se lamenta.
- Cuatro años después del inicio de la crisis, el Gobierno Vasco sigue pidiendo a las diputaciones que suban los impuestos; la vizcaína y alavesa se resisten, los partidos se acusan mutuamente de irresponsables... ¿Cree que se está dando un ejemplo edificante en vísperas de la recesión? ¿Comparte la opinión de Adegi de que ni la Administración ni los sindicatos son conscientes de la gravedad de la situación?
- Es una valoración un poco dura, ¿no? Habría que ver si las administraciones en su día a día están o no respondiendo a las necesidades y requerimientos de esta sociedad y del tejido productivo. Y yo creo que este Gobierno ha demostrado en los últimos años una tremenda sensibilidad por el modelo productivo vasco, sus empresas y sus trabajadores, independientemente del rifirrafe político. Que, por otra parte, es bastante normal dentro de un endiablado entramado institucional en el que cada una de las grandes instituciones es de un partido diferente. Desde esa perspectiva me parece un poco injusto.
- ¿El Gobierno Vasco no se piensa rendir en su cruzada fiscal?
- Nosotros siempre hemos planteado una gran reflexión sobre el modelo tributario vasco. Básicamente hay que contestar a la pregunta de qué servicios nos queremos dotar como país: qué educación, qué sanidad y cómo lo pagamos. O dicho de otra forma, si con el modelo tributario actual podemos financiar o garantizar los servicios públicos fundamentales. Ése es el gran debate, más allá de qué impuesto se toca. Es un debate que debería estar en la agenda política de este país desde el inicio de la crisis.
- ¿Quiere decir que llevamos cuatro años de retraso?
- Muchísimos años. Este debate lo sacó el lehendakari hace dos años. En su día se dijo que había elecciones en 2011 y que era mejor esperar a los nuevos equipos. A la vuelta, el lehendakari preparó una propuesta más elaborada, de carácter más político (fraude fiscal, impuestos, evasión fiscal..) y en eso estamos. Ha habido respuestas muy diferentes de las diputaciones. Desde una propuesta proactiva de Gipuzkoa a una reactiva de Bizkaia. Lo que parece claro es que en Euskadi hay un déficit de corresponsabilidad. El Gobierno Vasco asume el 70% del gasto pero no tenemos capacidad para tomar ninguna decisión sobre los ingresos, que corresponde a las diputaciones. Eso no ocurre en ningún lugar. Cualquier otra comunidad es responsable de ambas áreas.
- Bizkaia ha dicho que estaría dispuesta a modificar los impuestos si el Gobierno Vasco presenta sus cuentas claras. ¿Qué recorrido tiene? ¿Qué es hablar de cuentas claras?
-Básicamente no tengo ni idea. Porque todas las cuentas se presentan en el Parlamento todos los meses. Es absolutamente público. No veo entonces el problema. Me consta, además, que el PNV sabe perfectamente la situación de las cuentas.
- Entonces, ¿todo esto vuelve a ser mucho ruido y pocas nueces?
-Yo veo varios prismas. El primero, electoral, clarísimo. Con este rifirrafe considero que se ha abierto claramente la campaña electoral. Segundo prisma: una interpretación sesgada y parcial de los datos que van al Parlamento. Y en tercer lugar, aunque es mas arriesgado decirlo, la gente que le asesora a Urkullu no ha contemplado todos los elementos que están dentro de una cuenta general.
-¿Está diciendo que los asesores de Urkullu no saben leer las cuentas? ¿Un poco arriesgado, no?
- Saben leerlas perfectamente. Otra cosa es cómo las quieran interpretar a la luz pública.
- ¿Usted cree que si el PNV mandara en el Gobierno Vasco se hubiera cometido ya una reforma fiscal para obtener más ingresos?
- Eso hay que preguntárselo al PNV. Pero desde la perspectiva de gobierno, que muchas veces trasciende al partido que lo sustenta, sin duda hubiera habido una apelación a reconsiderar el modelo tributario. A mí, particularmente no me cabe la menor duda. Se ha construido un modelo de país que no se puede sostener con la presión fiscal actual. Solo hay dos vías de actuación, o se reduce el gasto hasta un nivel que entren a tocar la prestación de servicios básicos, o se mejoran los ingresos con la fiscalidad.
-Hace cuatro semanas la portavoz del Gobierno Vasco descartaba más recortes. Ahora usted les abre la puerta si la subida de impuestos no surge efecto. Pongamos nombre y apellido a las cosas. Si la capacidad de reducir el gasto corriente ya es casi nula, ¿qué corre peligro?
- Hicimos el Presupuesto en octubre sobre las bases de un crecimiento de Europa y España con una recaudación muy concreta. De septiembre a diciembre hubo una convulsión en Europa que nos ha llevado a un punto de inicio de recesión. Y eso ha tenido incidencia en los ingresos. En cualquier caso creo que el balance entre la caída de la actividad y la reforma tributaria de finales de 2011 puede compensar la balanza.
- ¿El déficit de 2011 va a estar más cerca del 1,3 exigido o del 2,3 o 2,5% que prevé el PNV?
-Todavía no hemos cerrado la contabilidad. Hay dos bloques diferentes: el déficit que consideramos real, que va a estar claramente por debajo del 2%. Y el que incluye unos ajustes de contabilidad nacional que no exigen compromisos de gasto. Ahora estamos analizando si esos ajustes de contabilidad nos van a llevar a un escenario de déficit superior al 2%.
- ¿Podría poner un ejemplo?
- Imagínese que usted es mañana el dueño del 20% de la Bayer. Y le dan veinte mil millones de euros. Va y en el Presupuesto de 2013 hace un plan extraordinario donde los incluye para inversiones.. Pues bien, esos veinte mil millones ahora son déficit. A su nivel eso nos ha pasado con la venta de Naturgas, que no computa como menos déficit.
- ¿Pero eso entonces ocurrirá en todas las comunidades?
- Algunas más y otras menos. A Navarra, por ejemplo, le ha ocurrido con la autopista que va a Jaca. Otros ejemplos que nos han encajado ha sido el BEC, por ejemplo.
-Antes se me ha escapado y no me ha contestado a los recortes.
-Me parece muy precipitado decirlo en estos momentos.
-El déficit de la renta básica se habla que llega a los sesenta millones. Con más paro hasta dónde podría llegar. En otras palabras, ¿vislumbra mas recortes a la RGI?
- 55.000 personas tienen derecho a percibirla. De la cuales 8.000 ni han contestado, no se sabe dónde están.
-¿Pero sí que parece que como el dinero escasea el Gobierno Vasco va a ser todavía más escrupuloso a la hora de darla?
-Deberíamos serlo incluso en un momento de abundancia. Hay gente que la recibe sin ni siquiera vivir en Euskadi.
-¿Qué recorrido le ve al céntimo sanitario? Gipuzkoa ya ha dicho que no está por la labor y Bizkaia lo considera una «broma».
-El Gobierno piensa que éste es uno de los tributos que menos conflictividad puede dar. Primero, porque va a ser de aplicación general en otras comunidades autónomas limítrofes, y en segundo lugar porque la fiscalidad sobre hidrocarburos en España es de las mas bajas de Europa. Por lo tanto, puede funcionar.
- ¿Confía, entonces, en que a final de año los territorios vascos aprueben nuevas reformas tributarias?
-Yo siempre soy optimista por naturaleza. Creo que podríamos llegar a acuerdos.
-En un año Bizkaia ha duplicado las cifras de fraude detectadas. En más de una ocasión las propias diputaciones han dudado en público sobre las las cifras que presentan. ¿Usted qué opina?
- En realidad esas cifras indican muy poco. Usted o yo podemos estar ahí porque tenemos un desajuste muy pequeño. Cuando en realidad luego eso va a recaudación efectiva, las cifras son muy diferentes. Por tanto, en estos momentos nosotros no sabemos qué hay dentro de esos 560 millones que dice Bizkaia que ha aflorado y qué va a representar en cifras reales. Si de verdad acaban recaudando el 70% de esos 560 millones, les felicito enormemente y apoyo todo lo que han hecho, pero me cuesta pensar que estos sea así cuando en otros años el ratio de dinero finalmente ingresado está en el 20%. Son cifras, datos, pero que se corresponden con lo que ha ocurrido hasta ahora.
ECONOMÍA
- Vayamos a cosas mas inquietantes. Mas allá de que el dato salga en mayo, ¿estamos ya en recesión?
- De lo que ocurre en Europa nosotros nos beneficiamos y nos perjudicamos. En estos momentos fuera ya se habla de recesión, por lo que será razonable pensar que el nuestro podría entrar ahí, pero no tenemos datos todavía.
-¿Sigue confiando en que a final de 2012 se va a repuntar?
-Si, y estoy convencido de que esa es la apuesta que hay ahora en la UE. Por fin se va a constatar que el problema de Europa no es de déficit sino de crecimiento. Es el momento del impulso fiscal por salida de la crisis.
- Su Gobierno dice que nunca ha pagado tanto y tan rápido a sus proveedores, negando asi las acusaciones de quiebra del PNV. ¿Puede asegurar que esto va a seguir siendo así en 2012?
- El nivel de pago en 2011 en relación al Presupuesto ha sido mayor que cualquier otro año. Muy superior. Evidentemente hay tensiones de tesorería, como las tiene cualquier administración y empresa. Pero eso no significa que nosotros no tengamos capacidad de pago.
-Pero, insisto, ¿se va a mantener ese ritmo en 2012?
-Por ahora se está manteniendo.
- ¿Cómo van las negociaciones del Cupo?
-Estamos en una fase preliminar en la que estamos poniendo encima de la mesa todos los puntos de fricción. Unas discrepancias que se arrastran desde 2007. Ya hemos empezado las negociaciones y hemos invitado a las diputaciones a participar en ellas, invitación que han aceptado. Las cuatro haciendas iremos juntos a la negociación con posiciones comunes. Aquí no va a haber una posición única del Gobierno.
-¿Qué opina de la reforma laboral, aunque no sea su competencia?
- Durísima, se han pasado 20 pueblos, está más pensada para destruir empleo que para crearlo.