Cientos de irundarras respondieron ayer en masa al llamamiento que hizo Osakidetza para someterse a pruebas PCR tras confirmarse la aparición de seis positivos en el bar Gaztelumendi -cinco trabajadores y un cliente-, ubicado en la Plaza San Juan y uno de los más frecuentados en Irun. En las últimas fechas se han cerrado otros bares y comercios por Covid y se han contabilizado 109 casos en la última semana (17 solo el martes) en la ciudad fronteriza. Eso sí, Osakidetza solo ha realizado un llamamiento para realizar pruebas masivas en el caso del bar de Gaztelumendi. A través de una nota informativa se solicitó a la ciudadanía que acudió al bar entre el 24 y 28 de agosto que pida cita previa para realizarse la PCR en el recinto ferial de Ficoba.

«Estuve el viernes a la tarde en la terraza tomando algo», relata Juncal Susperregi. La joven de 25 años hace fila frente a la puerta de Ficoba junto a sus amigas en un testeo masivo que arrancó ayer a las 15.00 horas y continuará hoy a partir de las 8.30. Todas tienen cita. Admiten estar tranquilas aunque a la irundarra le preocupa dar positivo por sus padres: «Mi padre es asmático y mi madre trabaja en Osakidetza». Están sorprendidas porque en la terraza del Gaztelumendi, «había distancia entre grupos». Susperregi cree que, de esta forma -en una situación en la que se cumplían las medidas-, «te puedes contagiar en el bar o en cualquier otro sitio».

Unos metros más atrás, en la fila, está Laida Hernández, a quien le preocupa su hijo. «Tiene autismo y tener que encerrarlo en casa puede suponer una complicación. Él no entiende la situación y se pone histérico en casa», reconoce. La mujer, de 30 años, admite que ella es «contacto directo» de uno de los cinco positivos. Está enfadada con los rastreadores: «Soy familiar de uno de los empleados contagiados y el rastreador no se puso en contacto conmigo. No ha hecho su trabajo», denuncia.

Los vecinos entran y salen de manera ordenada del recinto. Una operaria de Osakidetza pasea a lo largo de la fila y recuerda que se debe guardar la distancia de seguridad. Al principio, junto a las puertas, está Arrate Usandizaga, tiene cita a las 15.05 horas. Se enteró de los contagios por las redes sociales del bar. «Pusieron un comunicado» informando sobre los positivos. La mujer estuvo tres días en el Gaztelumendi la semana pasada: «Solemos tomar el cafe y el pintxo allí normalmente». Usandizaga espera dar negativo. Está embarazada. «Soy factor de riesgo, además en casa viven otras personas de riesgo». Confía en dar negativo ya que siempre lleva mascarilla y toma «todas las precauciones posibles».

María Jesús Apeztegia, de 67 años, sale del pabellón tras someterse a la prueba. Está tranquila pero le preocupa formar parte del grupo de riesgo por edad. «Estoy muy sana, sin patologías, pero tengo edad», reconoce. La semana pasada se pasó por el bar Gaztelumendi. «Estuve el día 28 tomando un aperitivo en la terraza», relata. Nada le llamó la atención, se cumplían las medidas de seguridad. «Había distancia y se limpiaba y desinfectaba en todo momento». Apeztegia recibió una llamada que le hizo saltar las alarmas. El dueño del local se puso en contacto con ella para informarle de los seis contagios y le recomendó acudir a hacerse la PCR. «Muy bien por su parte», comenta la irundarra que agradece el gesto del dueño. Nada más salir del pabellón en el que se realizan las pruebas, la mujer destaca que todo ha ido correctamente. «Nos han dado una nota en la que dice que nos quedemos en casa las próximas 48 horas hasta tener un resultado».

José Manuel García, de 63 años, es «todo un veterano» en el mundo de las PCR. Se ha sometido a tres en tres semanas. «Las dos primeras me las hicieron para distintas operaciones y esta ha sido la tercera. Estoy acostumbrado». García se enteró de los positivos en el bar Gaztelumendi «por los amigos». A las 15.20 horas le dieron cita en Osakidetza. «Todo ha ido bien», bromea. Las pruebas continuarán hoy de 8.30 a 20.30 horas en Ficoba.