Le gusta correr, pasar vallas, saltar... A Bikendi Aizpiolea le encanta el atletismo. Y, aunque sea joven para sacar conclusiones, no parece que sea un deporte que se le dé mal. Él cuenta con tan solo 13 años y está ante la carrera más importante de su vida. Es demasiado joven para tener que afrontarla, aunque también es verdad que es fuerte. Y no, no está buscando la clasificación para unos Juegos Olímpicos, la competición con la que cualquier atleta sueña; tampoco para un Campeonato de España o de Euskadi... Su batalla es otra. A este joven irundarra le diagnosticaron leucemia en febrero y necesita un donante de médula ósea.

Fue precisamente tras una competición cuando a Bikendi le vieron algo que no le gustó al médico. El 9 de febrero de este mismo año dio sus hasta ahora últimas zancadas sobre una pista de atletismo. Fue en Plaiaundi, en Irun, en una competición escolar en la que el atleta infantil participaba con su club, el Super Amara BAT. Remató la jornada competitiva con un mil, es decir, dando dos vueltas y media al sintético. Cruzó la línea de meta en primer lugar, como ya había hecho minutos antes en los 220 metros vallas que disputó. Lo celebró y fue mientras regresaba a su hogar en coche cuando todo se torció. Ahí, sin todavía saberlo, dio los primeros pasos de la carrera más importante de su vida; una prueba que aún no ha concluido y para la que necesita ayuda.

En el vehículo familiar «notó unos bultos en el cuello, su madre decidió pedir cita en el médico y acudieron el lunes. Le mandaron al Hospital Donostia y le ingresaron. Empezaron con la quimioterapia el martes. Leucemia de tipo T le diagnosticaron», explica Ibon Muñoz, responsable de un equipo bidasotarra que hace un llamamiento a que «las personas de entre 18 y 40 años donen médula. Es un proceso relativamente simple».

«La lucha está siendo muy dura», afirma Rosi Talavera, su entrenadora. «Él es fuerte. Pero le está costando mucho limpiar la médula, a pesar de que está con tratamientos de quimioterapia muy agresivos. Pero poco a poco avanza y cuando la médula esté totalmente limpia, cuando se libere de 'bichos', podrán realizar el trasplante. Ahora mismo la compatibilidad más alta que han encontrado en un donante es del 50%, que es su madre. Lo ideal sería que fuera mayor. Por eso queremos hacer un llamamiento a que la gente se haga las pruebas. No cuesta nada. Y si la ayuda no es para Bikendi será para otra persona» 'Euskadi.medulaosea.org' es el enlace para completar el formulario de inscripción de Osakidetza.

«Bikendi y su familia están viviendo un calvario terrible. Mientras nosotros no podíamos salir de casa por el confinamiento, él ha habido días que no se ha podido ni mover de la cama, pero estamos convencidos de que va a recuperarse. Estos últimos días ha podido ir unas horas a su casa, ver a sus amigos... Volver a ilusionarse un poco, a fin de cuentas. Porque lo está pasando mal», continúa Talavera, quien conoce al joven desde hace varias temporadas, aunque es su entrenadora desde hace año y medio. «Es de estos chicos que destacan hagan la prueba que hagan. El último año ha cambiado mucho físicamente y creemos que tiene potencial en vallas. Estaba en ese momento en el que había que ir poco a poco viendo cuál era su prueba ideal».

A este joven le gusta tanto el atletismo que hasta la propia Talavera asegura «haber tenido que frenarlo. Es de los que si entrena dos días a la semana quiere tres. De los que si hay cuatro pruebas en la competición las quiere hacer todas. Le ilusiona este deporte y encima se le da bien».

Atletas del BAT y de otros clubes seguro que tratan de ayudar a Bikendi. Alguno ya ha completado el formulario de Osakidetza. Ojalá el 'bicho' desaparezca rápido de su médula y el donante perfecto haga acto de presencia. La carrera de un atleta acaba cuando cruza la meta; la suya concluirá cuando pueda volver a colocarse en los tacos de salida y volver a sentir los nervios previos al pistoletazo de salida del juez. Plaiaundi le espera.