«Cuando tenía seis años, vi una vez una imagen magnífica en un libro sobre la Selva Virgen que se llamaba 'Historias vividas'. Representaba una serpiente boa que tragaba una fiera...». La voz de Raquel Calvo, dinamizadora del Centro de Mayores de Behobia, llega a través del teléfono móvil a Maribel Puente, usuaria del local, ahora confinada en casa. Raquel está leyendo el primer capítulo de 'El Principito', de Saint-Exupéry. «Cada semana leemos un capítulo y lo acompañamos con música e imágenes, para que sea más visual», explica la dinamizadora.

El audio-libro es una de las actividades que dinamizadoras y usuarios realizan desde que, el pasado mes de marzo, los centros de mayores se cerraran, debido a la crisis sanitaria del Covid-19. La clausura de las instalaciones no ha impedido que las personas que acudían a los centros sigan en contacto. A través de internet y de diferentes grupos de Whatsapp, el área de Bienestar Social ha procurado hacer llegar a los hogares de los usuarios de los centros las actividades en las que acostumbraban a participar.

En estos días de confinamiento, la labor de las dinamizadoras no sólo no se ha detenido, sino que se ha intensificado. Por un lado, organizan las actividades diarias, que se envían por el móvil aprovechando las aplicaciones de mensajería instantánea. Además del audio-libro, los usuarios disponen de una serie de ejercicios de agilidad mental. «Todas las mañanas les enviamos jeroglíficos, sopas de letras o cuentas para multiplicar y dividir, por supuesto sin ninguna obligación, para que cada cual haga lo que quiera o pueda», explica Raquel. «También se ha creado un grupo con un taller de ortografía y además, reciben vídeos con actividades como taichi sentado o baile en línea. Cuando se cerró el centro, estábamos haciendo 'El Coyote' y les hemos pasado un vídeo para que lo puedan seguir haciendo en casa».

Las dinamizadoras están manteniendo, por otra parte, un contacto telefónico frecuente con las personas de sus respectivos centros que carecen de una red familiar de apoyo. Esta relaciónpermite detectar situaciones que pudieran ser derivadas a los Servicios Sociales para una valoración especializada o para ser incluidas en programas de ayuda, como el de las compras de productos básicos y medicamentos o gestión de residuos. «A mí no me supone ningún trabajo mantener ese contacto telefónico», comenta Raquel Calvo. «Al contrario, lo hago gustosamente, porque es algo muy gratificante».

«La verdad es que estamos contentísimos, porque están muy pendientes de nosotros», añade Maribel Puente desde su domicilio. «Afortunadamente, yo tengo conmigo a mi marido, pero hay mucha gente sola, sobre todo viudas y mantener esta relación, ahora que el centro está cerrado, viene de cine. Nos reímos, estamos activos y nos hacemos compañía. Mientras estamos haciendo los ejercicios o el dictado, no estamos pensando en cosas peores o viendo la televisión, que está todo el día dando vueltas a lo mismo y lo normal es que te vengas abajo».

Con el objetivo de que estas actividades puedan llegar a un mayor número de personas, el canal de Youtube del Ayuntamiento ofrecerá diferentes contenidos, a partir de esta semana. Concretamente, se trata de ejercicios de memoria y gimnasia cerebral, videolibros y vídeos de actividades físicas como taichi sentado, mudras (posturas de yoga con las manos), bailes en línea y bailes del mundo para hacer en casa.

Todos estos contenidos se pueden consultar en la página web municipal www.irun.org/coronavirus.