Me gusta, cuando cojo un libro, leer su dedicatoria. Hay algunas que son una verdadera declaración de intenciones. Saint-Exupéry, por ejemplo, pidió perdón a los niños por dedicar 'El Principito' a una persona mayor. Camilo José Cela, sin embargo, dedicó 'La familia de Pascual Duarte' a sus enemigos, que tanto le habían ayudado en su carrera. Recientemente, me he aferrado a la dedicatoria de Txani Rodríguez en 'Los últimos románticos'. Dice así: «a todas las personas que fueron amables conmigo alguna vez». Una dedicatoria que se convierte en una reivindicación porque en tiempos de pandemia, distancia social y confinamiento, se antoja más importante que nunca reivindicar la amabilidad. Preocuparse por los demás. Cuidar de los demás. Mimar y mimarse. Y ésta es justamente la dedicatoria de Sury en su recién inaugurado centro. Sury Touch & Style es un lugar pensado y diseñado para cuidarnos de pies a cabeza. Sury es la amabilidad hecha persona y su centro el bienestar convertido en instalación. Está en Luis Mariano y tiene un consejo y un tratamiento preparado para ti.
–Sury, con tanta mascarilla y gel hidroalcohólico, ¿nos quedan ganas para cuidarnos?
–¡Claro que sí! Las cosas han cambiado mucho y no lo digo por la situación sanitaria que estamos viviendo. Es algo que vengo notando hace un tiempo.
BIENESTAR«He diseñado el centro para que la gente que viene se sienta relajada como en un SPA»CONSEJOS
«Desde un tratamiento hasta un remedio natural casero, me encanta asesorar a la gente»
–¿A qué te refieres?
–A los cuidados. Mira, yo soy colombiana. A mí siempre me ha gustado la belleza y cuidarme. En Colombia es muy habitual cuidarse y prestar mucha atención a la higiene personal y la belleza. Aquí sentí que era diferente, a la gente le costaba más. Y por eso mismo no vi un escape por ahí...
–No era el momento de abrir un centro así...
–Hace más de veinte años, cuando vine, no. Me hubiera muerto de hambre. (Risas) Por eso me decanté por trabajar en hostelería. Ahí empecé a aprender todo lo de aquí: la comida, las costumbres, la ciudad, las expresiones vuestras...
–¿En euskera?
–(Risas) Bueno, es muy difícil, pero un 'kaixo, zer moduz? ondo' y algunas cositas sí aprendí. Yo ya me volví como vosotros, tengo toda mi vida aquí. ¿Ves? Ya no digo 'ustedes', digo 'vosotros'.
–Te acogimos bien en Irun, entonces.
–Muy bien. Yo aquí estoy encantada. Me gusta mucho la ciudad, tiene muchas cosas buenas y te lo digo después de haber vivido en otros lugares.
–¿Cómo cuál?
–Mira, estuve en Italia y extrañé mucho la vida de aquí, la gente, el trato... Aprendí a hacer pasta, pero aquí la comida es mucho más variada y rica. La ciudad siempre está limpia, tiene montaña, la playa cerca...
–Italia 0, Irun y Sury 10. Cuéntame, ¿cuándo decides abrir tu centro de estética y cuidados?
–Después de dejar el restaurante que tenía, pensé en buscar otras posibilidades, lo que de verdad me gustaba. Empecé con el curso de esteticien y de ahí fui haciendo otro tipo de cursos diferentes como de micropigmentación, pestañas, láser, cavitación... Estudié mucho, la verdad.
–¿Y cuándo la formación se convierte en profesión?
–No recuerdo el año porque primero abrí en la calle Aduana un centro. Cerré y me fui casi dos años a estudiar a Italia. Allí también me formé en el campo de la estética y al volver ha sido cuando he visto claro el tipo de centro que quería.
–Sin duda, es especial. Tienes unos sofás que transmiten tranquilidad solo de verlos.
–Son los sofás en los que hago la pedicura y son comodísimos. Quiero que la gente esté relajada, es como un SPA. Si te apetece un vinito, pues un vinito. ¿Un café? Pues un café. Esa es mi atención. Mi principal intención es mimar a la gente. Hombres o mujeres, aquí hay un lugar para mimarse de arriba abajo. Y tampoco importa la edad, yo os mimo a todos. Hago mi trabajo con amor porque me encanta. Es mi filosofía y creo que es algo que la gente nota y valora.
–Tienes tratamientos desde los pies hasta...
–Hasta la cara y pasando por todo el cuerpo. Limpieza facial, todo tipo de depilación desde LED hasta hilo, lifting de pestañas con botox, microneedling, micropigmentación, presoterapia, manicura y pedicura, cavitación y radiofrecuencia corporal y facial, exfoliación corporal, masajes relajantes, fangoterapia... Bueno, y algunas sorpresas que están por llegar y que de momento no puedo desvelar.
–¿Sorpresas?
–Sí, esto solo acaba de empezar. Abrí a finales de julio y todo lo he diseñado y casi he hecho yo. De verdad, ¡hasta pintar las paredes! Estas ganas enormes que tengo de seguir luchando, de momento, creo que no se me van a acabar. Viene alguna cosa que... No va haber nada igual en Irun, ¡voy a ser la primera en estrenarlo! (Risas)
–Hay tanto donde elegir que es un cuidado especial para cada persona, ¿no?
–Eso sin duda. Aquí todo es personalizado. No hay dos personas iguales y tampoco dos pieles iguales. A mí, además, me encanta asesorar. Mi intención no es vender por vender productos, ni tratamientos. Si yo veo que hay algo que te va a hacer bien, te lo voy a recomendar seguro. Desde un tratamiento a un remedio natural casero. Me encanta ayudar a la gente a verse mejor. Aquí se viene a estar bien para estar mejor.
