El Tribunal Supremo ha dado a conocer su sentencia en el recurso sobre la incorporación de la Mancomunidad de Servicios de Txingudi al Consorcio de Residuos de Gipuzkoa (GHK) que la Mancomunidad de San Marcos interpuso por una cuestión de forma. Considera que no se ajustó a la ley y hay quien ha valorado que eso puede invalidar las decisiones tomadas a partir de aquella incorporación, incluida la de la construcción de la incineradora.

Ayer fue el alcalde de Irun y presidente de la mancomunidad bidasotarra, José Antonio Santano, quién habló sobre la sentencia. Aseguró que «tiene su complejidad» y que los servicios jurídicos «la están estudiando». De momento, «lo que se deduce de la sentencia no es eso», decía refiriéndose a la invalidación de las decisiones del Consorcio.

En cualquier caso, el siguiente paso que dará la mancomunidad será enviar a su presidente y su vicepresidente, el alcalde de Hondarribia Aitor Kerejeta, a una reunión con el diputado foral de Medioambiente Juan Karlos Alduntzin. «Una reunión», recordaba ayer Santano, «que llevamos solicitando desde hace siete mes». Se trata de aprovechar la cita para resolver dos cuestiones, «dos incertidumbres que nos tienen preocupados», admitía el alcalde irunés. «Queremos saber, como Mancomunidad, si estamos dentro o estamos fuera del Consorcio de Residuos. Y queremos saber qué piensa hacer el Consorcio, o lo que es prácticamente lo mismo, qué piensa hacer la Diputación con los residuos».

Santano recordó que existía un acuerdo en el seno de GHK para llevar a cabo el Plan Integral de Gestión de Residuos Urbanos de Gipuzkoa, en el que, entre otras cosas, se contemplaba la construcción de una incineradora. Y un convenio para que, aún el caso de que la sentencia señalara que la incorporación de Txingudi no se ajustaba a ley, la Mancomunidad pudiera hacer uso de esa incineradora. «Pero ahora parece que Diputación no va a hacer la incineradora, así que no sabemos qué utilidad podría tener ese convenio ahora. Lo que le pedimos al diputado es que nos dé certezas. Llevamos 7 meses pidiéndole una reunión por estos motivos y por fin, la semana que viene, Aitor Kerejeta y yo vamos a poder hablar con él».

La presencia hondarribiarra es fundamental porque cualquier posición que defienda la mancomunidad del Bidasoa tiene que ser conjunta. «Veremos qué nos dice Alduntzin y en función de las respuestas que nos dé, puede que tengamos que abrir una reflexión entre los dos ayuntamientos, con todos los grupos políticos para saber cómo resolver el problema de los residuos». También recordó que el contrato para la construcción de la incineradora incluía una indemnización «que pagarán los miembros de GHK» si no se ejecuta. Si así fuera, sin incineradora y con la obligación de afrontar su parte de la indemnización, ¿querría la Mancomunidad de Txingudi estar en GHK?. «No es algo que deba responder. Hay que escuchar qué solución ofrece Diputación. Y pensarlo entre todos, porque la Mancomunidad de Txingudi somos muchos. Teníamos unas decisiones tomadas y si hay que tomar nuevas, habrá que hacerlo entre todos», dijo Santano. «Las basuras van a dar mucho que hablar».