La Diputación de Gipuzkoa ha remitido ya a los 88 ayuntamientos del territorio el desglose de lo que le toca devolver a cada uno a cuenta del Fondo Foral de Financiación Municipal de 2011 (ver cuadro adjunto), incluyendo el descuento de 1,7 millones anunciado el viernes por la existencia de una provisión en el presupuesto foral de este año para financiar a los gobiernos locales y que se destinará a reducir esta factura.
Además de la cantidad final a reingresar (los 49,7 millones anunciados), el Gobierno foral fija, tal y como anticipó a los propios consistorios el viernes, el calendario de devolución. Así, el 25 de febrero deberán devolver el 50% de la deuda, mientras que el resto lo harán efectivo los días 25 de mayo, agosto y noviembre. En realidad, no se efectuará una devolución como tal, sino que la deuda se saldará descontando las cantidades de los pagos que cada municipio debe recibir en esas fechas del Fofim de 2012.
La Diputación que dirige Martin Garitano trata de zanjar de este modo el debate en torno a la devolución de un 12,7% del Fondo de 2011 (debido a que resultó inferior a lo previsto al no cumplirse las expectativas de recaudación fiscal). Una obligación que acrecienta los problemas de los gestores municipales, que ya se las ven y se las desean, sin devoluciones de por medio, para cuadrar las cuentas ante la caída de ingresos.
De paso, se adelanta a posibles nuevas reclamaciones de mayor flexibilidad por parte de los ayuntamientos. En una comunicación firmada por la directora de Política Fiscal y Financiera, Itziar Miner, el Gobierno foral recalca que la cantidad a descontar este mes «está establecida y no va a cambiar». Esta frase echa un jarro de agua fría sobre las intenciones de varios alcaldes que pretendían solicitar a la Diputación fórmulas más flexibles de devolución que no generen problemas graves de tesorería en este comienzo de año. Recuerdan varios responsables municipales consultados que «los ayuntamientos recibimos el grueso de los ingresos entre mayo y junio, cuando cobramos los impuestos municipales más importantes y ya hemos recibido dos tramos del Fofim. Pagar en febrero, cuando aún no hemos ingresado casi nada, puede generar problemas de liquidez incluso en los ayuntamientos que tienen capacidad para pagar la deuda este año con sus fondos propios. Sería más lógico realizar el esfuerzo mayor a mediados de año», remarcan.
«Cierre de filas»
Una solicitud de la que se han descabalgado algunos ayuntamientos de Bildu que hace unas semanas también reclamaban mayor flexibilidad a la Diputación, pero que parecen haber cambiado de idea. Un movimiento que alcaldes de otros partidos califican de «cierre de filas incomprensible». Es el caso del Ayuntamiento de San Sebastián. Hace poco más de dos semanas, su alcalde, Juan Karlos Izagirre, afirmaba que «vamos a pelear para que la devolución sea plurianual». Ayer, el delegado de Hacienda, Jabier Vitoria, asumía por el contrario que la decisión de la Diputación es «comprensible» y «realista», ante el desconcierto de la oposición en la comisión de Hacienda del Ayuntamiento.
En su escrito, la Diputación recuerda que los ayuntamientos que tengan problemas para hacer frente a esta obligación podrán acogerse a un crédito que el Gobierno foral negociará con entidades financieras y que deberán devolver entre 2013 y 2014. Para los casos más graves, aquellos en riesgo de bancarrota, les ofrece «medidas especiales» a cambio de intervenir en la gestión municipal. Los consistorios deben responder antes del día 15.
