31 mayo 201608:31
Algunas de las propuestas aprobadas en los procesos de presupuestos participativos se han convertido en todo un reto para el ayuntamiento. Con redacciones muy concretas, las hubo que dificultaban mucho su gestión sin salirse del original; en el otro extremo, otras muy abiertas, requerían desarrollar todo un proyecto para poder cumplir.
LOS TALLERES
Restauración básica. Del 6 al 10 de junio, de 9.30 a 13.30 horas, servirá cómo introducción a la recuperación de mobiliario usado para lograr que siga siendo útil.
Transformación de muebles. Para aprender a cambiar la función o modificar la estética. Será del 13 al 23 de junio (excepto sábados y domingos), de 10.00 a 12.00 horas (del 13 al 17) y de 17.00 a 19.30 (del 20 al 23).
Repeticiones en verano. Ambos talleres se reeditarán en julio y agosto con diferentes horarios aún por confirmar. También se prevé una versión infantil. Todas las personas interesadas pueden apuntarse ya en el correo electrónico
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o el teléfono 634 446 897.
«Una de las propuestas más votadas del proceso juvenil fue la de ofrecer talleres de sensibilización medioambiental a través de la restauración de muebles», recordaba el delegado de Promoción Económica y Desarrollo Sostenible, Miguel Ángel Páez. También se aludía a contar «con trabajadores en riesgo de exclusión social». La respuesta ha llegado en un programa con dos partes elaborado junto a Emaús. Por un lado, la empresa de inserción está desarrollando un curso de formación en restauración de muebles para 12 irundarras de entre 18 y 30 años. Dos de ellos serán los elegidos para dirigir la segunda fase, unos talleres orientados a la población con un fin mucho más lúdico pero sin perder de vista la oportunidad de «adquirir competencias, compartir saberes y darnos cuenta de las oportunidades que hay alrededor de la reutilización», apuntó Manu Méndez, el responsable de Emaús para estos talleres de sensibilización medioambiental.
Cuatro meses de talleres
Toda vez que en los próximos días finalicen los talleres de capacitación, los de sensibilización tienen previsto arrancar en apenas dos semanas. A partir de ahí, y durante aproximadamente cuatro meses, tendrán lugar diferentes experiencias, repitiendo por un lado las propuestas básicas con las que se arrancará en junio pero «completándolas con una oferta para los más pequeños, proponiendo realizar juguetes, por ejemplo». Méndez invitó a inscribirse a todos los irundarras a medida que las propuestas se vayan concretando y dando a conocer. «Queremos que la gente venga a pasarlo bien además de aprender y sensibilizarse sobre lo que estamos desechando y que aún puede ser muy bien aprovechado».