7 junio 201607:52
Servicios de Txingudi está llevando a cabo una de las inversiones más importantes previstas para este año: la renovación integral de las redes de saneamiento y abastecimiento de la calle Cipriano Larrañaga. Las obras se enmarcan en el proyecto de reurbanización de este céntrico vial, desde el apeadero de Euskotren hasta el Ensanche, que está desarrollando el Ayuntamiento de Irun. La calle va a ser objeto de un profundo cambio en superficie, pero no es menos importante la obra que se realiza en el subsuelo, tanto para los vecinos de la zona como para la mejora del ciclo integral del agua en la comarca.
La gerente de Servicios de Txingudi, Leire Zubitur, que visitó ayer la calle Cipriano Larrañaga junto con el alcalde, José Antonio Santano y la delegada de Obras y Vía Pública, Cristina Laborda, explicó sobre el terreno los detalles de la actuación.
Con un presupuesto aproximado de 375.000 euros, los trabajos que se están realizando conllevan «una completa transformación de los sistemas de abstecimiento y saneamiento del vial, que en la actualidadad cuenta con conducciones antiguas y muy deficientes», dijo Zubitur.
El proyecto, por lo que se refiere al saneamiento, permitirá establecer «un sistema separativo de evacuación de aguas (pluviales, por un lado y fecales, por otro), que sustituirá al unitario existente hasta ahora, lo que hará más efectivo el proceso de depuración de aguas de Atalerreka». En cuanto al abastecimiento, se renovará, igualmente, la red de distribución en su totalidad, así como las acometidas domiciliarias.
Como es habitual en las obras que afectan a zonas urbanas, el primer reto ha sido «no interrumpir el suministro de agua en ningún momento», añadió la gerente de servicios de Txingudi. Para ello, se han colocado unas tuberías aéreas provisionales, utilizando los balcones de algunos edificios.
Para instalar las nuevas redes, la calle se abrirá «a una profundidad de hasta 5,5 metros. En total, colocaremos aproximadamente unos 1.200 metros lineales de conducción». En saneamiento, serán 591 metros lineales y en abastecimiento, 475, todo ello en diferentes diámetros, con una excavación total de 1.200 m3 y 20 nuevas acometidas domiciliarias.
Nueve metros bajo el suelo
Las obras en curso han dejado al descubierto una tajea que se estima tiene más de 100 años de antigüedad y que recoge aguas fecales de una zona distinta, situada al otro lado del paseo de Colón. Las tajeas son una parte de los antiguos sistemas de conducciones de agua, que se hacían a base de piedras desiguales, unidas con argamasa, en una especie de mampostería, muy frecuente en este tipo de obra civil. Los técnicos de Servicios de Txingudi trabajan para encontrar estas conducciones que han aparecido ya en otros puntos de la comarca. Lo curioso, en el caso de la calle Cipriano Larrañaga, ha sido la profundidad a la que se ha encontrado: 9 metros.
«Se ha realizado un trabajo considerable para poder localizar esa galería, porque no tenemos planos de la época», señaló Leire Zubitur. «Se ha vertido colorante y se han metido cámaras por las conducciones. Tenemos localizado un punto aguas arriba y otro aguas abajo, pero desconocemos lo que hay en la trayectoria. No sabemos qué es lo que pasa por el camino».
Los trabajos en las redes de saneamiento y abastecimiento de Cipriano Larrañaga se prolongaránpor espacio de unas semanas y las obras completas de reurbanización de la calle está previsto que finalicen a primeros del año próximo.
Según informó la delegada de Obras, durante el tiempo en que la calle esté cerrada al tráfico, «se ha alquilado plaza en Colón o Mendibil para los vecinos que tienen garaje en Cipriano Larrañaga».