El broche final para unas fiestas variadas y muy participativas

Las fiestas del barrio de Santiago arrancaron hace una semana y culminaron ayer. El concierto de la Banda no fue el último acto en esa jornada señalada, aunque sí el principal, por tradición y por afluencia de público.

Sin embargo, las cosas han cambiado mucho en la forma de celebrar este día del apostol en la calle irundarra que lleva su nombre. No hace tanto que las polkas apenas tenían compañía en el programa y, ahora, este cuenta con casi medio centenar de citas en un listado repartido a lo largo de prácticamente una semana. Los puestos feriantes ocupan la carretera e incluso toman unos metros al otro lado del puente sobre el canal.

Las tamborradas, las diskofestas nocturnas, el concurso de tortillas de patata, las fiestas del Gintonic Premium... Las propuestas del programa han disfrutado, un año más, de un gran respaldo por parte del público. Y por supuesto, entre las más exitosas están las organizadas mirando a los más jóvenes, que han disfrutado de atracciones, de encierros txiki, cabezudos, carreras infantiles complementarias al cross... Y sin duda los correfoc nocturnos, ese atractivo espectáculo pirotécnico de Santiagoko Deabruak que, en su caso, es capaz de satisfacer por igual a los más jóvenes y a los mayores.