18 octubre 201608:14
La perspectiva de género que se incorporó a la última revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Irun se ha puesto como ejemplo en unas jornadas sobre ordenación territorial del Gobierno Vasco. El delegado de Urbanismo, Xabier Iridoy, y la arquitecta Naiara Zabala concretaron ayer en qué consistió la presencia de Irun en dicha iniciativa, que se celebró la semana pasada en Gasteiz.
La jornada organizada por el Gobierno Vasco se titulaba 'Perspectiva de género en la ordenación territorial y el urbanismo', y tenía entre sus objetivos revisar las Directrices de Ordenación del Territorio (DOT). Las DOT son un reglamento que define la estrategia territorial a nivel de toda Euskadi, que tramita el Gobierno Vasco pero que tiene efecto también a nivel local y afecta al día a día de los ciudadanos. Las DOT definen, por ejemplo, «el número máximo de viviendas que se pueden construir en un municipio, la ubicación de nuevas zonas residenciales e industriales...», explicó Naiara Zabala.
Las nuevas DOT que va a implantar el Gobierno Vasco, y cuyo avance se conocerá el mes que viene, «van a incorporar líneas estratégicas transversales como la igualdad de género» a la hora de diseñar las ciudades. La adopción de este criterio implica el objetivo de configurar una ciudad más amable y mejorar la calidad de vida de todos sus ciudadanos, más allá de diferencias de sexo, edad, nivel socio-económico, etnia, raza, etcétera.
Xabier Iridoy recordó cómo, en la revisión del PGOU de 2015, «Irun incorporó el planteamiento de perspectiva de género». La presencia del Ayuntamiento de Irun en las jornadas del Gobierno Vasco se materializó a través de «una ponencia que impartió Naiara Zabala sobre cómo se produjo la revisión del PGOU incorporando dicha perspectiva de género y la puesta en marcha de medidas concretas en la normativa urbanística de Irun», explicó Iridoy.
Tres ámbitos de aplicación
Las medidas aplicadas en el urbanismo de Irun se dividen en tres ámbitos principales: en primer lugar, las que afectan al espacio público, para «incrementar lo que la norma de accesibilidad determina e ir más allá», garantizando su uso por todo tipo de personas independientemente de su edad. De este modo, se incorporan «zonas de descanso y de sombra, fuentes, aseos públicos...».
En segundo lugar, se incide sobre los equipamientos públicos con el objetivo de «fortalecer el uso que estos ofrecen a las redes sociales físicas y facilitar su uso cotidiano», señaló Naiara Zabala.
Al ámbito de la vivienda se han incorporado las acciones «más importantes», ya que «es un elemento primordial en la vida cotidiana de todas las personas». Algunas de las iniciativas adoptadas han sido «establecer como mínimas las condiciones de diseño de las VPO también para las privadas», en cuanto a «iluminación, ventilación, etcétera». También «hemos favorecido la existencia de balcones en las viviendas», de modo que todas las casas puedan tener un espacio exterior. Esto se ha logrado evitando que, hasta los 5 metros cuadrados, los balcones reduzcan el aprovechamiento edificatorio.
Además, se ha determinado que los locales situados en la planta baja de las viviendas no sean sólo para bicicletas, sino también para guardar cochecitos de bebés, carros de la compra o sillas de ruedas. «Esta es una medida que se aplaudió de forma importante en el congreso», afirmó Naiara Zabala.